Marcelo Gallardo ya tiene la columna vertebral y llega al Superclásico con una estructura definida
Armani, Paulo Díaz, Enzo Pérez, Enzo Fernández y Julián Álvarez, los nombres indispensables en la versión 2022 del equipo
“Si encuentro un once que funcione bien, no voy a rotar”, dijo Gallardo en febrero, antes de jugar con Racing. Por eso, repetir los once que le ganaron a Gimnasia por 4-0 en el mejor partido de River del torneo es una posibilidad más que latente. De concretarse, de los once que saltarán al Monumental a jugar el domingo, hay al menos seis jugadores que son intocables y conforman la columna vertebral: Franco Armani en el arco; Paulo Díaz en la zaga; Enzo Pérez y Enzo Fernández en el eje; y Julián Álvarez en ataque.
De atrás hacia adelante, ellos sostienen la marcha de un equipo que empieza a tomar vuelo y que mostró una marcada y sostenida evolución a lo largo de los primeros siete partidos del año. El octavo compromiso será nada más y nada menos que contra Boca, rival al que volverán a cruzar desde aquel 2-1 del 3 de octubre del año pasado, en el que el equipo dio un salto imparable para ganar la Liga Profesional.
Aquella tarde hubo un clic. River jugó un partido soñado, al que solo le faltó efectividad en el arco rival para lograr un resultado más abultado que se pudiera acomodar a la amplia diferencia que se vio en el trámite del encuentro. De los seis pilares actuales, cinco estuvieron presentes desde el arranque: el único que faltó fue Enzo Fernández, quien no ingresó y en el cierre del año se consolidó como indispensable en el medio campo. Y este domingo se vuelve a repetir el deseo: potenciar el nivel para dominar al rival, ganar y consolidar la evolución.
El arco es una garantía. Armani atraviesa su quinto año como arquero millonario y siempre ha demostrado estar a la altura. En la actual Copa de la Liga lleva tres vallas invictas y solo cuatro goles en contra en los primeros seis partidos. Habituado a tener que responder en las pocas veces que lo atacan, frente a Boca volverá a tener una prueba de fuego en su hábitat natural: el área del Monumental.
En la defensa, Paulo Díaz se ha transformado en una de las rotundas figuras del equipo. Hoy sin su habitual compañero David Martínez -sería el séptimo pilar en caso de estar disponible- por una distensión ligamentaria en la rodilla izquierda, es una pieza fundamental para defender por su firmeza y seguridad en la marca y su gran juego aéreo y el primer arma del ataque con sus cambios de frente y sus pases filtrados hacia el campo rival. Según Opta, es el jugador del equipo con más despejes (23) y más pases en campo propio (225).
En el mediocampo, los dos Enzo manejan la pelota y los tiempos del partido. En el esquema 4-1-4-1 o 4-1-3-2, Pérez se ubica más retrasado, ocupándose de la contención, el equilibrio y metiéndose entre los centrales para jugar la pelota en la salida. Su regreso el domingo pasado, tras perderse dos partidos por una distensión en el isquiotibial derecho, es una gran noticia de cara al clásico: se lo vio en buen nivel físico y futbolístico. Cerca suyo, está Fernández. El dueño del juego. A los 21 años, es la gran figura del año: marca, releva, recupera, distribuye, se desmarca, se despliega por todo el campo y siempre llega al área rival en posición de remate. Así, sacando a Armani, quien completó los 540 minutos, es el jugador de River en la Copa con más minutos (520′), con más disparos desde afuera del área (9), pases intentados (412, de los cuales acertó el 81.3%) y pases en campo rival (309). Además, es el segundo con más faltas recibidas (10) y remates (13, con 3 al arco).
Y en el ataque no quedan dudas. Álvarez, ya vendido a Manchester City en 18 millones de euros netos para River, sigue haciendo de las suyas y está lejos de perder su rumbo o su foco. Aunque no ha comenzado en su mejor nivel, al punto tal que él mismo ha sido autocrítico con su efectividad para definir, es el goleador del equipo en la Copa con cuatro tantos, el jugador con más remates al arco (8) y con más centros intentados (25). Siempre activo en todo el frente de ataque, volverá a cruzarse con Boca después de los dos golazos del último superclásico. E intentará potenciar su registro: al Xeneize le marcó tres tantos en seis partidos.
River todavía debe crecer. Le falta para alcanzar su nivel más alto. Debe encastrar de la mejor manera sus piezas para sentirse tan cómodo como en el final del 2021, pero tiene respuestas vitales en la columna vertebral. Y alrededor también encuentra puntos positivos: Robert Rojas y Milton Casco se sostienen en los laterales con la presión que meten Andrés Herrera y Elías Gómez; Santiago Simón sigue siendo titular y fundamental; Nicolás De La Cruz, Agustín Palavecino y Juanfer Quintero están al acecho para meterse en el mediocampo, y Esequiel Barco comienza a lucirse. El clásico será otra prueba crucial para un equipo que no se conforma nunca y siempre va por más.