Lodi, el poder de la mente
El brasileño, que estaba contando poco para Simeone, vio como la llegada de Reinildo podía cerrarle las puertas. No se rindió, trabajó y se ha reconvertido en goleador.
Sin embargo, el camino de Lodi no ha sido nada fácil. Es más, exactamente dos meses atrás se nublaba cada vez más y la llegada de Reinildo parecía cerrarle por completo las puertas a unos minutos que ya escaseaban para el brasileño (disputó 12 minutos entre los cuatro primeros partidos del Atlético después de la llegada del mozambiqueño). Lodi llevaba una primera mitad de temporada complicada, unos problemas que arrastraba desde la Copa América, donde después de desarrollar un buen torneo como titular con Brasil, no era capaz de despejar el envío de De Paul para que Di María hiciese el tanto que dio el título a Argentina.
"Fue todo muy duro. Lloré bastante. Me quedé mal de la cabeza y fui en busca de un psicólogo y todo porque era bien difícil. Fue cuando di aquella caída dentro del club también. Me afectó bastante (…) Ocurrió ese problema en la selección y me dije: necesito colocar mi cabeza en orden. No era depresión, pero iba camino del entrenamiento (con el Atlético de Madrid) y me quería volver; salía a jugar y quería salir rápido del partido. Fue difícil (…) Ahí me dije: tengo que llamar (al psicólogo) y necesito desahogarme, necesito comunicar todo lo que estoy sintiendo. Y al hacerlo, me quité eso peso de encima y me dejó más fuerte. Hoy continúo trabajando con él", reconocía recientemente en TNT.
Y lo que podía ser un contratiempo, la llegada de Reinildo para aumentar la competencia, Lodi lo convirtió en una virtud. Simeone reconocía feliz tras el partido contra el Celta el gran trabajo humano del brasileño con el mozambiqueño, abriéndole el vestuario, siendo continuamente una ayuda, facilitando su aclimatación y su entendimiento con el idioma y dejando las posibles rivalidades a un lado para ser todo un compañero. Lo que nadie podía esperar es que Reinildo se acabaría estableciendo como la clave para cerrar el sistema defensivo como tercer central, potenciando por completo las características de un Lodi que ha explotado como carrilero izquierdo.
De nuevo, Lodi convirtió un contratiempo, la sanción a Carrasco, en una virtud, dejando su mejor nivel en un puesto en el que no venía participando. Preparado mentalmente, el brasileño ha sido titular en cinco de los seis últimos partidos del equipo (todos menos el del Cádiz) y cada vez se siente más cómodo cerca del área. Los cuatro goles y cuatro asistencias que acumula hasta el momento son sus mejores números en una temporada y la sensación es que crece cada partido. Lodi se ha quedado fuera de la lista de la selección por segundo parón consecutivo, cuando en el anterior Tite había reconocido que su ausencia se debía a la falta de la segunda dosis de la vacuna. Una vez superado el trámite, Lodi no se rinde en su lucha por volver al combinado nacional. Está en su mejor momento desde que llegó a Europa y lleva la palabra resiliencia grabada a fuego.