Llorente y su maldición
El '14' deberá volver el viernes, por las bajas de Wass y de Vrsaljko, a esa posición que le apaga y que no le gusta: el lateral derecho. No hay otra opción.
Porque Marcos Llorente juega donde le pongan, y a su entrenador se lo ha trasladado, pero prefiere jugar donde más vale, donde más suma, algo que también le ha trasladado al Cholo. Y ese lugar no es el lateral derecho sino varios pasos adelante, como interior derecho o extremo. Ese sitio donde el ‘14’ fue decisivo la temporada pasada, la 2020-21, en la que logró sus mejores números en su carrera (13 goles, 12 asistencias). Los mismos números que un año después también hablan, desde su frialdad estadística, meridianos: cero goles, tres asistencias.
Sin Wass ni Vrsaljko
Sexto futbolista en minutos del Cholo esta temporada, quinto de campo (2.136’), su posición siempre baila. Ocho partidos en el mediocentro, ocho como interior derecho, dos como mediocentro ofensivo, nueve donde menos le gusta, donde el fútbol más le condena, más apaga sus virtudes, en el lateral derecho. Es una condena de la que, parece, no puede escapar. Porque a Simeone muchas veces en la temporada no le ha quedado otra. La lesión de Trippier cuando aún estaba en la plantilla, Llorente en la derecha de la zaga. Porque Simeone aunque quiera, ante el Cádiz, no le queda otra. No tiene laterales derechos. Wass, fichado en invierno para ocupar el lugar del inglés, fichado por el Newcastle, se lesionó al primer envite (primer partido como titular, el Camp Nou). Porque Vrsaljko, en un duelo aéreo, se lesionó en el último.