LeBron y Davis miran desde fuera: los Lakers, sacados del 'play-in'

LeBron se tomó un descanso y Davis no jugó. Los Lakers no pueden parar: se llevaron otro repaso y se han quedado fuera de los puestos de 'play-in'.

Mike Maestre
As
Cómo cambia la historia según en el barrio en el que la cuentes. Este partido se lleva a los extremos dos posiciones que hace dos o tres semanas parecían impensables. Los Mavericks (47-29) se quedan a una victoria del tercer puesto que ostentan los Warriors, que se han atragantado primero con la baja de Green y ahora con la de Curry, cuando la intención era simplemente preservar el cuarto lugar para tener a favor el factor-cancha en la primera ronda de los playoffs. Los Lakers (31-44) son expulsados de la zona del play-in, aunque sea en igualdad de balance con los Spurs, después de que tener en la mano la clasificación durante numerosos días debido a los fallos de los rivales. Este enfrentamiento entre los dos, el último de los tres de la temporada, supone esa dualidad de la victoria y la derrota tan lógica en el deporte pero elevado a la máxima potencia. Los Mavericks están para dar el gran golpe. Los Lakers se acaban de llevar el enésimo este año.

Luka Doncic contribuyó con un triple-doble de 34 puntos, 12 rebotes y 12 asistencias a este triunfo de los texanos. Reggie Bullock, en 17 puntos, volvió a meter los tiros y a ello también se apuntó Davis Bertans, que aportó 14 tantos. En los Lakers sorprendió más la ausencia de LeBron James pese a que la avisó -venía lesionado del partido de los Pelicans aunque jugara la segunda parte con el tobillo fastidiado- que la no incorporación de Anthony Davis, que ya era duda para hoy porque ha regresado a los entrenamientos. Los californianos tuvieron a Monk, con 28, y Westbrook, con 25, como hombres más destacados.

Hubo más pensamiento en los que no estaban que en los que sí. Hablando de jugadores, claro. Los Lakers penaron la baja de sus dos principales estrellas y se quedaron colgados de esas cavilaciones durante una primera parte en la que se fueron del encuentro. Luego sólo hubo lamentos. Otro resultado abultado (128-110) para un equipo al que cada vez le quedan menos balas y, la regular season cerca de acabar, lo que tiene entre manos es una bomba.

Pareció como si la doble baja en la escena titular de los Lakers supusiera una barrera mental. Y también lo intuían los Mavericks. Los de casa sacaron el cuchillo sin necesidad de afilarlo, haciendo daño desde el comienzo de la competencia, para sacar ahí la ventaja que luego les valió para el resto de la noche. Luka Doncic representó un papel fundamental, fue el principal castigador de un rival absolutamente desnortado que vagaba por la pista sin orden ni concierto. Jugando con Powell sacaron tres acciones positivas y Vogel castigó a Howard, dejándole sin minutos el resto de la jornada, y leyó tres veces la superioridad ante Gabriel, el defensor que se quedaba con él en los cambios, para enchufar tres triples. La distancia se disparaba rápido a los diez puntos. Pero, para rematar, llegaba el mareo. La comunicación era inexistente en la defensa de los Lakers y los Mavericks se dedicaron a mover el balón para que la fiesta de tiros de perímetro no se limitara sólo a Doncic: Kleber, Bullock y Green también aportaron así en el primer cuarto, que se cerró con un 43-25 que no dejaba lugar a dudas. Pero es que fue peor después: más pases de Dallas, dos triples de Bertans para coger confianza y un 3+1 de Dinwiddie en carrera. A mitad del segundo cuarto la desventaja de los visitantes superaba los treinta. Al no ir a la baja durante los minutos posteriores, ni los de esa manga ni la que llegó tras el descanso, los Lakers se destensaron (para mal) y terminaron maquillando el marcador en el último periodo. La máxima llegó a ser de 37 tras, cómo no, otro triple anotado por Doncic en el tercer cuarto. No hizo falta más.


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