Las certezas que Boca y Sebastián Battaglia encontraron en La Plata y quieren confirmar ante River
El funciomiento general, la solidez de Rossi, el rol de Pol en el centro del mediocampo y las actuaciones de Medina y Molinas, lo más destacado “Fuimos realmente un equipo”, valoró el entrenador
En el partido disputado en La Plata, el equipo conducido por Sebastián Battaglia encontró varias certezas, que lo animan a seguir creciendo desde un punto de apoyo mucho más saludable que el expuesto una semana antes frente a Huracán. El Superclásico frente a River del próximo domingo le ofrece al conjunto xeneize la posibilidad de confirmar que lo logrado ante el puntero de la Zona 2 de la Copa de la Liga, no fue algo aislado.
En medio de una semana complicada, con rumores externos que igual incomodan y complican puertas adentro, Battaglia planificó un partido que le salió casi perfecto. A nivel equipo hubo un muy buen funcionamiento general. Las sociedades, sobre todo en el mediocampo, estuvieron mucho más aceitadas. Y hubo personalidad para superar rápido situaciones adversas.
Hubo dos concretas: la rápida lesión y salida de Izquierdoz, nada menos que el capitán y un hombre con ascendencia ante el grupo, pudo desbalancear a Boca. Sin embargo, Carlos Zambrano tuvo un buen ingreso y todo siguió como hasta entonces (más allá de que el peruano, con el correr de los minutos, alternó algunas buenas con muchas malas, sobre todo en el juego aéreo).
Pasó lo mismo cuando el árbitro Fernando Echenique sancionó un penal ante una falta que no se vio de Fabra a Castro, quien en el inicio de su desborde estaba en posición adelantada. Entonces, el que sacó pecho fue Agustín Rossi, para ratificar su condición de especialista ataja-penales y cubrir todo con un manto de justicia.
En lo que hace al aspecto individual, la victoria ante Estudiantes le dejó a Battaglia un listado de certezas.
La primera ya era una realidad. Porque a la mencionada virtud en los remates desde los 12 pasos, Rossi redondeó una tarea muy sólida. Firme debajo de los tres palos, ágil para volar hacia un lado u otro ante remates cruzados y peligrosos y seguro a la hora de salir a cortar centros.
En la línea de fondo, el entrenador del conjunto de la Ribera parece haber encontrado hace tiempo a los cuatro intérpretes. Luis Advíncula ratifica en cada actuación por qué le ganó la pulseada de la titularidad a Weigandt, y a su potencia física ahora le suma presencia en el área contraria y gol.
En este sentido, la inoportuna lesión de Izquierdoz (fractura del quinto metatarsiano de su pie izquierdo) obligará a Battaglia a adelantar algo que inevitablemente debía establecer rumbo al debut en la Copa Libertadores, torneo en el que tanto el Cali como Rojo deben cumplir cuatro y cinco fechas de suspensión.
Sin dudas, uno de las decisiones en donde el entrenador hará más foco durante el trabajo de la semana estará en definir quién ocupará el lugar del capitán xeneize en la zaga. Son tres los nombres en danza: Carlos Zambrano, Nicolás Figal y Gastón Ávila. Por lo expuesto hasta aquí, el peruano parecería picar en punta para ganarse ese lugar entre los 11.
Ya en el mediocampo, la decisión de relegar a Campuzano al banco y ubicar a Guillermo Fernández como mediocampista central fue un pleno de Battaglia. Pol fue una de las grandes figuras del encuentro, y nada hace suponer que será removido de ese lugar rumbo al Superclásico. Porque desde esa zona pudo manejar todos los hilos en lo referido a recuperación y administración de la pelota.
En los 90 minutos disputados, Pol Fernández tocó el balón en 69 oportunidades y concretó 51 de 57 pases precisos. Además, tuvo 9 recuperaciones. Incluso, potenció la tarea de Cristian Medina, de muy buena tarea por la derecha, y Juan Ramírez por izquierda.
Otra individualidad que exhibió su jerarquía fue Aaron Molinas. Parado como enlace (o viejo enganche), el preferido de Juan Román Riquelme de todas las inferiores demostró que tiene herramientas para pelearle la titularidad a Oscar Romero rumbo al domingo.
De sus botines negros nació el 1-0 de Advíncula, que filtró un gran pase para que luego Sebastián Villa meta el centro gol al segundo palo. Esa habilitación entrelíneas que pareció emular al ahora presidente del Consejo de Fútbol para habilitar al colombiano. Se destaca porque terminó con la pelota en el fondo del arco rival, pero lo de Molinas fue otra vez bueno durante todo el partido.
Cuando un equipo encuentra un funcionamiento adecuado, da igual quiénes son los intérpretes. Por eso, a esta altura de la semana sería apresurado asegurar que Darío Benedetto volverá a la titularidad en el estadio Monumental.
Si bien el Pipa se esfuerza en decir presente contra River, lo cierto es que la dupla Villa-Vázquez se mostró sólida y generosa. Es cierto, a Boca le faltó gol. Pero también es verdad que Mariano Andújar tuvo dos grandes intervenciones en el primer tiempo, las dos ante el colombiano, y en una de ellas el rebote lo tomó el juvenil y su remate terminó haciendo una carambola (cabeza de Rogel primero y palo derecho después) cuando el balón tenía destino de red.
Se repite: Boca tiene en Núñez un nuevo gran examen. Enfrentará a un equipo consolidado como tal, que tiene muy en claro su funcionamiento y que ante su público suele exhibir sus mejores actuaciones. Sin embargo, las certezas que Battaglia se llevó de su excursión a La Plata valen mucho más que los tres puntos cosechados. Y desde esa base tiene todo para seguir construyendo la mejor versión de su equipo.