Invitado inesperado por Rüdiger
Lo que parecía una mano a mano entre Madrid y Bayern para contar con los servicios del alemán, se ha convertido en una guerra a tres: entra la Juventus a escena.
El ruso dio un paso al lado, abandonando un club en venta y cuyos activos ha congelado el Gobierno británico. No tiene la potestad para vender entradas, tampoco para comprar ni vender jugadores. Y tampoco para renovar contratos, con jugadores como Christensen o Azpilicueta al borde de la extinción de los suyos. También Rüdiger, con quien ya estaba todo pactado tras una negociación espinosa, a falta de la firma. La realidad es que Marina Granovskaia, ahora gestora interina del club, está atada de manos y con varias patatas calientes entre ellas.
Lo afirma La Gazzetta dello Sport, y también, entre líneas, Pavel Nedved. El director deportivo juventino no se ha mordido la lengua para dejar la renovación de Dybala en el aire, así como para confirmar, entre líneas, el interés por el ex de la Roma: "Es un excelente jugador, pero tiene todavía contrato con el Chelsea". Precisamente, el alemán podría ocupar el rango salarial del argentino.