Invitado inesperado por Rüdiger

Lo que parecía una mano a mano entre Madrid y Bayern para contar con los servicios del alemán, se ha convertido en una guerra a tres: entra la Juventus a escena.

Javier Martín
As
El mundo no esperaba en pleno siglo XXI una guerra como la que está transcurriendo en Ucrania tras la invasión de Rusia. Tampoco el Chelsea ni Antonio Rüdiger, a los que les han salpicado de lleno las consencuencias, hasta futbolísticas, entre las infinitas de un conflicto bélico. Todo iba viento en popa en Stamford Bridge, con el único lunar de la polémica en torno a las declaraciones y el runrún deportivo con Lukaku, hasta que Putin, amigo íntimo de Roman Abramovich, dio la orden. Esa amistad le ha costado cara a los blues, ahora mismo aturdidos por su extraña situación.

El ruso dio un paso al lado, abandonando un club en venta y cuyos activos ha congelado el Gobierno británico. No tiene la potestad para vender entradas, tampoco para comprar ni vender jugadores. Y tampoco para renovar contratos, con jugadores como Christensen o Azpilicueta al borde de la extinción de los suyos. También Rüdiger, con quien ya estaba todo pactado tras una negociación espinosa, a falta de la firma. La realidad es que Marina Granovskaia, ahora gestora interina del club, está atada de manos y con varias patatas calientes entre ellas.

En ese mar revuelto y esa corriente de incertidumbre quieren echar sus redes los grandes de Europa que buscan un central, una pieza codiciada en el mercado actual por su baja oferta. Cuando la puerta del internacional alemán, uno de los mejores del panorama actualmente, parecía cerrarse, ahora se abre de par en par. Alertado el Real Madrid. Alertado el Bayern Múnich. Y la Juventus. El actor terciario que nadie esperaba y que ahora parece en pole position para incorporarlo a filas como agente libre.

Lo afirma La Gazzetta dello Sport, y también, entre líneas, Pavel Nedved. El director deportivo juventino no se ha mordido la lengua para dejar la renovación de Dybala en el aire, así como para confirmar, entre líneas, el interés por el ex de la Roma: "Es un excelente jugador, pero tiene todavía contrato con el Chelsea". Precisamente, el alemán podría ocupar el rango salarial del argentino.

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