Iker Casillas & Chema Alonso, socios para emprender

Madrid, El Comercio
El que fuera capitán de la selección española y del Real Madrid, y el responsable de negocios digitales de Telefónica se han reinventado: cambian el fútbol y el 'hacking' por el mundo de la innovación para ayudar a emprendedores a hacer realidad sus proyectos.
Aparentemente no tienen nada en común. Iker Casillas viene del fútbol, deporte en el que se inició cuando era un chaval, que le ha llevado a lo más alto durante casi 30 años y que le ha regalado momentos de gloria con un Mundial, dos Eurocopas, cinco Ligas y tres Champions -estas últimas ganadas con el Real Madrid- . Chema Alonso procede del mundo informático, ámbito en el que ha desarrollado varios proyectos y en el que está considerado el mejor en su terreno: el hacking. "Siempre entendida esta disciplina desde su acepción positiva, que es la habilidad de los hacker en el manejo de las computadoras para ocuparse de su seguridad", aclara Alonso. "No somos cibercriminales", insiste.

Son dos perfiles en polos opuestos que han descubierto que tienen mucho en común. Lo primero son sus orígenes, ya que ambos nacieron en el municipio madrileño de Móstoles, en el que dieron sus primeros pasos en cada uno de los ámbitos en los que han destacado. Otro aspecto que les une es que cambiaron radicalmente de vida profesional: Iker colgó las botas y los guantes de portero, se retiró y buscó nuevos derroteros en el emprendimiento lanzando una aceleradora en 2021, SportBoost.


Chema Alonso, por su parte, pasó del lado oscuro de la informática -"siempre hablando de su connotación positiva"- a fichar por una gran compañía como Telefónica, a la que llegó en 2012, en la que ha liderado diferentes proyectos y en la que actualmente desempeña el cargo de director digital.

Ahora esa similitud entre los dos se estrecha todavía más. Se conocieron en un encuentro en el que fueron presentados y del que surgió la colaboración entre SportBoost y Wayra, el hub de innovación de la operadora: han cerrado un acuerdo para apoyar start up que desarrollen tecnologías ligadas al deporte.


Hace pocos días presentaron la primera convocatoria de esta iniciativa, abierta hasta el próximo 20 de abril, a todos los proyectos interesados, que obtendrán hasta 700.000 euros de forma conjunta entre las dos compañías, o hasta 350.000 de una u otra. Se mirarán las iniciativas ligadas a los esports, al metaverso, a los deportes en streaming o al entrenamiento en casa. "Esta colaboración es una combinación ganadora", subrayaban ambos en la presentación del acuerdo, donde recalcaron el valor de la innovación para transformar el negocio deportivo: "La tecnología ha venido para revolucionar el deporte".


Desde ahora se pondrán a trabajar a conciencia, junto a sus equipos, para seleccionar los mejores proyectos que en el futuro contarán con financiación y especialmente un acompañamiento en firme por parte de profesionales y mentores, ayudando a los emprendedores a ponerlos en marcha.


Para Iker Casillas, lo que le llevó a pasar del fútbol al mundo de los emprendedores fue un infarto sufrido mientras entrenaba en Portugal con su equipo, el Oporto, donde recaló tras abandonar el Real Madrid. "Aquello me cambió los esquemas personales y profesionales. Cortó de raíz mi carrera profesional e hizo meter en mi cabeza que el fútbol se había acabado. Debía comenzar otro camino".


Después vendría la pandemia, "que nos obligó a todos a estar mucho tiempo en casa, a pensar y a replantearnos cosas".


Conocer el proyecto de un emprendedor como Manuel Marina -Idoven-, con el que enseguida empatizó, le hizo interesarse por el mundo de la tecnología aplicada a la salud y por los empresarios que hacían realidad estas innovaciones. "Empecé a pensar en maneras de ayudar a estas personas a poner en marcha sus proyectos, ayudándoles y devolviendo todo lo que el deporte me había dado durante tantos años".


De aquella inquietud nacería SportBoost, inciativa a la que logró involucrar también a las escuela de negocios Esic y a LaLiga. Además de Idoven, se han incorporado a la aceleradora dos start up más, con ideas relacionadas con el deporte: "Kognia, una compañía que ha desarrollado un software para analizar en tiempo real partidos o entrenamientos, que está siendo utilizada por entrenadores como Xavi Herrnández, Unai Emery o Paulo Sousa en sus distintos equipos. Fly-Fut, por su parte, aplica drones e inteligencia artificial a la grabación de los partidos de fútbol para poder verlos al máximo detalle".


Para entrar en SportBoost los emprendedores tienen que presentar proyectos relacionados con el deporte, "la rama que mi equipo y yo entendemos, que tengan que ver con la salud deportiva y que ayuden a hacer más fácil la práctica de las distintas disciplinas".

Para Chema Alonso, el salto entre sus anteriores proyectos y su actual trabajo en Telefónica vino hace años. Cuenta que empezó a trastear con ordenadores cuando era un chaval y ahí vio que su pasión era la informática. "Ver Tron, la película de Disney en la que los programadores eran dioses, me dejó fascinado". Desde entonces, adora la tecnología, la programación y las bases de datos.


Estudió ingeniería informática de sistemas en la Universidad Politécnica de Madrid, que le reconoció años después como embajador honorífico. Impartió clases y dirigió el máster de seguridad en la información en la Universidad Europea de Madrid. Su aventura emprendedora comenzó al montar su propia compañía: "Con Rodol, mi amigo de toda la vida, lancé Informática 64, especializada en seguridad informática. Llegamos a esta materia específica cuando vimos que había una vulnerabilidad que afectaba a las bases de datos que había que abordar. Así fue como me enamoré de la seguridad informática y empecé a dedicarme a ella en profundidad".


Su primera toma de contacto con Telefónica se produjo con una visita a las instalaciones de Wayra, ubicadas en el emblemático edificio de la compañía en la Gran Vía madrileña.


Un 'hub' de altura

"Allí pude ver cómo trabajaban los emprendedores en este hub de innovación y los diferentes proyectos que estaban impulsando", relata. El entonces presidente de Telefónica, César Alierta, le tentó para incorporarse a la compañía: "Me convenció finalmente", explica Alonso.


Asegura que el cambio desde su trabajo anterior como hacker a la actividad en una gran corporación no fue tan grande como aparentemente se pueda creer: "No son mundos tan distintos porque aquí, en Telefónica, sigo trabajando con tecnología e innovación. Buscamos las esquinas de la tecnología a las que nadie ha llegado. Esto se parece mucho al hacking. Mi vida sigue siendo muy similar".


Desde que en 2012 entrara en la compañía para impulsar un programa de apoyo a jóvenes talentos, Talentum, ha visto cómo ha evolucionado Wayra en el ecosistema emprendedor español. El año pasado el hub de innovación abierta cumplía su décimo aniversario, un tiempo en el que ha invertido en 800 start up, de las que 250 han trabajado o lo están haciendo con Telefónica. Sólo en 2021 se invirtieron 6,7 millones de euros en 49 firmas de Europa y Latinoamérica. Inteligencia artificial, las fintech, el bienestar, la salud, la ciberseguridad y la sostenibilidad son las grandes áreas de interes en innovación para el grupo.


Ciberguerra

Después de pasar por distintos departamentos de la compañía, Alonso desempeña actualmente el cargo de director digital de la empresa.


Considera que España se encuentra bien preparada en cuestiones de ciberseguridad, tanto desde la Administración como desde las compañías. "Existe más temor ahora por una posible ciberguerra derivada del conflicto en Ucrania, pero no hay que incrementar más la preocupación de la que podíamos tener anteriormente. España ha avanzado mucho en ciberseguridad en los últimos años. Contamos con un mando único del Gobierno en esta materia, además de distintas unidades de ciberterrorismo, especialistas y equipos trabajando por la seguridad".


En el plano empresarial considera que las compañías están bien preparadas. Están invirtiendo en ciberseguridad y cuentan con los mecanismos de seguridad adecuados. Destaca la innovación, la investigación y el talento de expertos que hay en España para desarrollar proyectos vinculados a la ciberseguridad, muchos de ellos nacidos en las universidades. Aunque cree que todo es mejorable, considera que estamos en el buen camino.


"Otra cosa es que pueda surgir un incidente en materia de seguridad informática en una compañía. Aquí la clave es saber gestionar adecuadamente ese imprevisto, no evitar que pase. Yo siempre digo que es igual a cuando educas a un niño: podrás enseñarle a reaccionar ante un problema, pero nunca podrás evitar que lo tenga".


Desterrar el miedo a fracasar

Alonso trabaja cada año con muchos jóvenes emprendedores que quieren hacer realidad sus ideas. Muchos de ellos recién salidos de la universidad. Ante la pregunta de si percibe sensibilidad en las aulas por emprender frente a la opción de fichar por una gran compañía, ve un claro cambio: "Ahora en las facultades se enseñan cosas como qué es una ronda de inversión, cómo se financia una compañía o cómo funciona un plan de negocio o de ventas. Cuando yo estudiaba me hubiera gustado aprender ese tipo de cosas".


Esta nueva realidad hace, según Alonso, que muchos jóvenes se atrevan a emprender: "Yo siempre animo a los universitarios a que monten un negocio antes de entrar en una gran compañía. Es muy bonito y aprenden mucho. Resulta esencial educarles para el fracaso. Hay que reconocer las equivocaciones y saber rectificar y seguir adelante".


Alonso conserva su blog Un informático en el lado del mal, que inició hace años y en el que sigue escribiendo. "El lado malo de internet son los ciberacosadores, los que provocan bullying, las tecnologías que crean ansiedad en las personas, los ataques informáticos... Hay muchas cosas que corregir en internet. Esto sólo se consigue poniendo los valores humanistas en el centro de la construcción de la tecnología", concluye.


Una tecnología que cuida el corazón

Al año de sufrir un infarto mientras jugaba en su equipo, el Oporto, Iker Casillas conoció el proyecto liderado por el cardiólogo Manuel Marina, Idoven. Se trata de una plataforma que recoge datos sobre el comportamiento del corazón ayudando a deportistas y personas a controlar sus constantes y a mejorar su salud. "Por la experiencia personal que viví, no dudé en implicarme en esta compañía. Podían ayudar a mucha gente como yo. Su impacto positivo en la sociedad era claro", resalta Casillas. No sólo dio visibilidad al proyecto, además se convirtió en inversor de la firma. Así contribuyó a que la tecnología de Idoven incorporara mejoras. El siguiente impulso para esta 'start up'llegó el año pasado de la mano de Wayra: el 'hub' de innovación de Telefónica participó en la ronda de 2 millones de euros que levantó Idoven, a la que acudieron también Accel Partners, Enisa y varios 'business angels'. "Con la inteligencia artificial hemos enseñado a un software a controlar el corazón y a diagnosticar problemas cardíacos", resalta Manuel Marina, CEO de Idoven.


El filón del metaverso

Alrededor de la tecnología estrella en estos momentos, el metaverso, Chema Alonso ve todo un mundo de posibilidades. "Parece que los mundos sociales ligados a la comunicación y al entretenimiento, sean juegos o no, serán los que más rápido van a expandirse


Por eso, plataformas sociales como Facebook (Meta ahora) son los primeros que han avanzado su propuesta en esta visión", subraya el directivo.


Igualmente ve muchas posibilidades en los servicios alrededor de la criptoeconomía. "Sin duda, van a ser otros de los ganadores: todo lo asociado con los 'exchangers', los 'wallets', las plataformas de 'blockchain' y la ciberseguridad en el mundo Web3". Los negocios del comercio online basados en el metaverso también darán que hablar.


En su opinión, van a cambiar el ámbito del 'retail', pero también hace notar que "el futuro no está escrito, así que ya veremos cómo se desarrolla este nuevo mundo".

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