"Hay pocas esperanzas de que Mercedes luche por el Mundial"

Ralf Schumacher, expiloto de F1, analiza uno de los peores inicios de temporada de la marca alemana. Prácticamente les descarta como contendientes al título.

María Viñas
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Después de ocho años sin rival en la Fórmula 1, Mercedes atraviesa una de sus mayores crisis en el Mundial. La marca de la estrella parece haber subestimado este cambio de era y, tras una pretemporada sin grandes sorpresas, se ha visto superado por un Red Bull y un Ferrari totalmente revolucionarios. Con la primera de las escuderías ya se contaba y, además, los italianos venían avisando desde hace tiempo de que su potencial llegaría en 2022, después de un trabajo trabajando en el desarrollo de su monoplaza. Y, con todo, el W13 se ha quedado atrás en el año más importante para Lewis Hamilton, cuando llegaba con ganas de recuperar su título de campeón del mundo. Y, por supuesto, superar a Michael Schumacher en número de coronas.

Bien es cierto que la temporada es muy larga. De hecho, la más larga de la historia con hasta 23 grandes premios y con muchos puntos todavía por repartir. El curso no ha hecho más que empezar, pero Mercedes ya avisó de que sus mejoras podrían no llegar hasta Imola (del 22 al 24 de abril) y, mientras, sus dos grandes rivales parecen inalcanzables. Incluso el miedo a que esos avances no sean suficientes ya sobrevuela el box de la marca alemana, quienes pese a la adversidad no se dan por vencidos. Confían en poder darle la vuelta a la situación, pero la llegada de nuevas mejoras tiene que ser una condición clave. Mientras tanto, su objetivo es mantenerse cerca, como el tercer equipo más rápido de la parrilla. Al final, como bien dijo George Russell a The Guardian, "todo puede cambiar" en función de "cómo van las cosas cuando lleguemos a mitad de temporada".

Lo que está claro es que Mercedes tiene que apretar, trabajar a fondo y encontrar nuevas soluciones ajustas al techo presupuestario que marca esta temporada. Son muchas las dudas que existen en torno al W13 y, por eso, alguno ya se atreve a descartar a la escudería de cualquier lucha en la temporada actual. "Veo que hay pocas esperanzas de que Mercedes se meta en la lucha por el Mundial de F1. Creo que ahora les toca encarar un momento difícil", admite Ralf Schumacher en Sky Alemania, añadiendo que "la velocidad de Mercedes no fue mala, pero aun así estuvo casi un segundo por detrás de Red Bull y Ferrari". Y es que el décimo puesto de Hamilton en Arabia Saudí deja claro que el podio de Bahréin fue solo un espejismo.

"En el pasado, Mercedes siempre podía usar su motor y lograba obtener más potencia que sus rivales. Es diferente este año porque probablemente no puedan llegar al límite con la participación de E10 en el lado del motor de combustión", analiza el alemán que, además, apunta a una posible solución: "Tal vez sea necesario mejorar en términos de combustible. Y luego está el coche. No es lo suficientemente eficiente en términos de resistencia al aire y carga aerodinámica. Mercedes solía compensar esto con su potente motor, pero no este año".

La llegada de Russell

Y, pese a que la situación ya parece crítica en Mercedes, Ralf Schumacher puede sacar algo positivo de este arranque de temporada. No tiene nada que ver con el nuevo monoplaza, pero el alemán aplaude la llegada de George Russell al equipo como un compañero muy competitivo para Lewis Hamilton. Y es que el británico no está dispuesto a ser el reemplazo de Bottas. "George ya le ha demostrado a Mercedes que Hamilton ahora tiene un compañero de equipo de un gran nivel. Será emocionante ver esto, ya que Russell tampoco está contento con el puesto actual de segundo piloto en el equipo", zanja Schumacher.


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