Golpe a la Champions

El Atlético vence al Betis con un enorme João Félix, que marcó un doblete. Tello acercó, Lemar redondeó. Lesiones de Guardado, Vrsaljko y Correa.

Patricia Cazón
As
Hace ya tres partidos que el Atleti juega LaLiga de Luis, la de las últimas diez jornadas, desde cuando aún quedaban catorce. Esas que dirimen el ser o no ser. Y el ser es estar. En la próxima Champions, cimiento de todo. Mucho pasaba por anoche en el Villamarín. Cuando el partido comenzó, el Barça le había arrebatado al Betis su lugar en la tabla, tercero. Cuando acabó, el Atleti ya también estaba por delante. Era el segundo 74 y cuatro toques bastaron para darle el primer puñetazo.

Tercera pelota del partido. Oblak saca en largo, Vrsaljko la prolonga, Correa la baja al piso y se la envía a João mientras Víctor Ruiz patea al aire: el portugués solo, solísimo, remata a puerta vacía. Gol. El reloj no había llegado al diez y a Pellegrini le tocaba masticar otra piedra: sin Canales, sin laterales, con el canterano Paul por sorpresa en su once y viendo cómo otro de los suyos alzaba el brazo pidiendo el cambio. Guardado. Y pudo ser peor si el árbitro hubiera castigado con penalti un manotazo de Sabaly al balón para quitárselo a João. Fue claro, clarísimo, pero lo de las manos en el área es un galimatías que ya solo entienden los árbitros. O ni eso. Ni llamó el VAR. El partido venía de nalgas para todos.

Durante un rato se detuvo el juego aunque el balón siguiera moviéndose. El partido en ese momento eran solo accidentes, bajas. Le tocaban las piedras al Cholo, que en siete minutos perdía dos hombres: Vrsaljko caía de bruces tras un duelo aéreo con Fekir, dentro Carrasco. Correa caía a plomo tras una patada de Ruibal, entraba Grizi. Media hora y el Atleti buscaba asentarse, encontrarse tras los cambios. Se guarecía, sin sufrir. El Betis tenía el balón pero sin juego entre líneas, sin inquietar.

Pudo ampliar el Atleti la ventaja en una carrera de tres contra uno. Pero cuando Carrasco llegó ante Bravo, en el último pase, se lo envió demasiado largo a João y Lodi tampoco llegó. Desbarató Sabaly. Se apagó el Atleti. En realidad ya eran un drama cada vez que De Paul tocaba un balón. Blando, horrible. Solo Cuadra Fernández tenía la tarde peor, que ya es decir. Mientras, el Betis crecía y crecía alrededor de su Paul.

Avisó tres veces antes de ese gol en el último minuto de los cinco añadidos de la primera parte. Primero con un chut a medio metro de Paul que salvó Giménez en la línea. Después con dos paradas de Oblak, a Carvalho con la pierna y a Borja Iglesias con palomita. La cuarta fue la vencida: a Herrera le dio por regalar una pelota en la frontal y zurdazo de Tello. 1-1. Pellegrini se iba a la caseta con una sonrisa inapelable. A juego con su equipo.

Al Cholo los que le habían devuelto color ya no le funcionaban. Porque eran los mismos, los once de hace tres partidos. Solo dos bajas: Savic y Kondogbia. Pero, tras el descanso, solo sujetaban los guantes de Oblak. Un Oblak que los levantó como semáforo en rojo ante Tello y un intento de gol olímpico de Joaquín. Felipe contestó enviando un balón a la madera y entonces el que se acabó fue el Betis. Tras el descanso había entrado Lemar, pero el cambio era De Paul: volvió el De Paul bueno y no el anterior, el de las restas.

El golpe a Pellegrini se lo volvió a dar João. Fue el final de una contra que inició De Paul y continuó Llorente en la moto escarbando en ese punto débil: la falta de lateral izquierdo, Ruibal haciendo de Guardado desde el 11’. Con el Atleti lanzado a la contra, buscó el hat-trick el portugués, en modo maravillão, pero un golazo se lo bajó del marcador una falta Grizi y otro lo paró Bravo. Lemar redondeó el marcador, 1-3. El Atleti acalambrado, tieso, pero con LaLiga convertida desde hace tres partidos en otro camino de los alemanes. Adelante, adelante. Como siempre dice Simeone en la Champions.

Entradas populares