Fórmula 1; Max Verstappen y Charles Leclerc dan forma a una rivalidad apasionante, como hace diez años en karting
El neerlandés se impuso en el Gran Premio de Arabia Saudita, luego de una ajustada batalla con el monegasco de Ferrari; fue el primer triunfo del piloto de Red Bull como campeón
La cita en Jeddah estuvo marcada por la tensión. Por los misiles que atacaron una instalación de la empresa petrolera Aramco –patrocinadora desde 2020 de la F. 1– y que provocaron extensas reuniones de pilotos y de jefes de escuderías el viernes para decidir si continuarían con la actividad, y también por el espectacular accidente de Mick Schumacher (Haas) en la prueba de clasificación, que destrozó el auto e impidió al hijo de Michael ser parte de la grilla del domingo. Y por un factor más: el desenlace frenético, en el que Verstappen y Leclerc desanduvieron un nuevo episodio de una rivalidad deportiva que empezó en los karts y fue alimentándose a lo largo de una década.
Compacto de la carrera de Arabia Saudita
Con 16 giros, sobre un total de 50, Latifi modificó el guion y destruyó el plan de Checo Pérez. “Teníamos margen suficiente para el undercut, pero son cosas que no se puede controlar: en esa vuelta se golpeó un Williams. Son carreras que duelen mucho”, señaló el tapatío, que el sábado obtuvo la primera pole position de un piloto mexicano, y que el domingo debió contentarse con el cuarto puesto en el clasificador final. Derribadas las opciones de victoria de Pérez, entró en escena la mejor espada de Red Bull Racing para diseñar un agresivo ataque a falta de cuatro vueltas y derrotar a Leclerc.
“Intentamos jugar a largo plazo. Ellos [los pilotos de Ferrari, Leclerc y Carlos Sainz] eran más rápidos en las curvas, y nosotros, en las rectas. Los neumáticos estaban desgastándose, aunque al final teníamos mejor ritmo. Nos jugamos la victoria hasta la última curva”, comentó Verstappen, feliz de haber empezado a puntuar, después del doble abandono que sufrió el equipo de Milton Keynes en Bahréin. Para saltar a la delantera en el circuito callejero de Jeddah necesitó de tres intentos el neerlandés, que cuando fue paciente y aceptó la estrategia superó al monegasco. Esa virtud destacó el jefe de la escuadra, Christian Horner. “Lanzó el ataque después del último Auto de Seguridad. El DRS es tan poderoso en las rectas que nadie lo quería en ese sector, por eso frenaron y aceleraron hacia la curva. Fueron vueltas emocionantes”, aludió el inglés a la curva 27, la última antes de la recta principal.
“Una carrera dura, pero justa. Obviamente estoy decepcionado, porque quería ganar. Teníamos una configuración completamente distinta a la de los Red Bull; nosotros íbamos con mayor carga aerodinámica y era extremadamente difícil cubrir a Max en las rectas”, analizó Leclerc, que se mantiene al frente del certamen, con su compañero de garaje Sainz como escolta. El español completó el podio en Jeddah.
Después de un período oscuro, Ferrari tiene un auto ensamblado y un motor eficiente, al punto de que marca el pulso entre los constructores y es quien le planta cara a Red Bull, a la espera de la reacción de Mercedes, que volvió a frustrarse. “No estamos aquí para luchar por la quinta posición”, expresó George Russell. El surrealismo de las Flechas de Plata quedó reflejado en una comunicación de radio de Lewis Hamilton, que terminó décimo: “¿Dan puntos por esta posición?”, preguntó el británico. La lacónica respuesta de su ingeniero Peter Bonnington fue “nos llevamos un punto”. La tarea del séptuple campeón fue floja el fin de semana, desde el momento en que quedó fuera de la Q1 en la prueba de clasificación.
Así como el año pasado la batalla entre Hamilton y Verstappen fue de principio a fin, las dos fechas transcurridas de 2022 muestran que aquella rivalidad que despertaron el neerlandés y Leclerc en el pasado está de está de regreso. El desenlace en Arabia Saudita no tuvo la riña ni las chispas de lo que sucedió en el Red Bull Ring austríaco en 2019, cuando en la vuelta 69, de 71, MadMax lanzó el ataque final y después de un roce de neumáticos completó el sobrepaso al monegasco. Aquel duelo mostró tirantez, al punto tal de que no hubo saludos en el podio. Esta vez, en Jeddah, compartieron respeto y caballerosidad.
Juntos, a los 21 años compusieron la primera fila de pilotos más jóvenes de la historia de la Fórmula 1. Se llevan apenas dos semanas de diferencia (30 de septiembre de 1997, Verstappen; 16 de octubre, Leclerc), un puñado de kilos y un centímetro de estatura –es más alto el neerlandés–. Se miden en las pistas desde 2012 y tuvieron un primer chispazo en el campeonato de KF2 de la WSK Euro Series, cuando con rostros aniñados ya mostraban talento y ambición. Ahora reviven aquellos durísimos duelos; son pilotos destinados a marcar una época en el Gran Circo. Lo intentaron en Sakhir, donde un problema de presión de combustible dejó desesperanzado a Max y celebró Charles. Pero en Jeddah volvió el neerlandés y con determinación dejó su sello, como para que nadie olvide quién es el campeón.