El Sevilla se atasca en Vitoria
Versión terrenal del equipo hispalense en Mendizorroza en su carrera por la Liga ante el Madrid. No pasó del empate sin goles ante un voluntarioso equipo babazorro.
El Alavés afrontaba el partido penúltimo en la clasificación, con 21 puntos, y Mendilibar decidió apostar por Escalante, Moya y Pere Pons en el trivote apostando de nuevo por el 4-1-4-1 en lugar de recuperar su emblemático 4-4-2. Arriba se quedaba sólo Joselu por lo que Manu Vallejo volvía a chupar banquillo. Repitió Edgar en detrimento de Jason Remeseiro.
El Sevilla, segundo, se plantó en Vitoria con ocho bajas sensibles y el deseo de acercarse al Real Madrid. Sus referencias arriba daban miedo: Ocampos, Tecatito y En-Nesyri. La acumulación de partidos y la tensión del derbi podía hacer mella en el conjunto de Lopetegui. Pero hay talento de sobra y lo demostró a lo largo del partido de Mendizorroza.
El choque comenzó con lluvia y con un Alavés más volcado. De hecho, jugó mejor que su rival en la primera media hora de partido porque tenía más hambre. Su primera aproximación llegó a los 40 segundos. En el 5' de partido, Alberola anuló un gol al Sevilla por fuera de juego. Rioja en el 13', con un zurdazo, y Pons en el 18', cruzando demasiado, alertaron al equipo andaluz.
Bono y sus defensas jugaban al tiki taka con pases de rondo y arriesgando bastante la salida del balón de su equipo y tuvieron algún susto. Moya y Escalante pudieron adelantar al equipo local pero, en los últimos 15 minutos de la primera parte, el Sevilla empezó a avisar en serio con un par de remates de Gudelj y Ocampos. Acuña estuvo muy activo por su banda.
Nada más comenzar la segunda mitad, Edgar estuvo a punto de marcar y Pons fue al suelo dentro del área pero la jugada se invalidó por fuera de juego. Minutos más tarde, Ocampos volvió a perdonar con un remate demasiado cruzado. El partido continuaba por los mismos derroteros con la grada en estado de ebullición. El Sevilla estaba muy impreciso y el balón no le duraba nada. Pero al Glorioso le falta pegada y se notaba claramente.
Ocampos, omnipresente en el ataque sevillista, obligó a una buena parada a Pacheco en el 56'. Minutos después fue Joselu el que enganchó un buen remate de cabeza que se marchó fuera. Luego Pere Pons tuvo una clarísima pero es evidente que el catalán está reñido con el gol. A medida que el compromiso avanzaba, el Sevilla empezó a adelantar líneas y, con las entradas de Mir y Torres, intentaron llevar peligro a la meta de Pacheco.
Mendilibar no movió el banquillo hasta el minuto 72 con la entrada de Manu García Alonso, un jugador con gran criterio con el balón. Entró en el terreno de juego por un Pons que tenía ya una amarilla y que no se suele esconder en las entradas. Rioja casi la lía en el 81 con un remate que se fue cerca de la escuadra de Bono. Parecía que iba a terminar en las nubes pero fue cayendo de forma peligrosa y, por poco, no fue el 1-0.
Koundé hizo una gran progresión ofensiva en el minuto 88 y a punto estuvo de provocar el gol visitante pero la defensa del Glorioso supo sacar del área un balón muy peligroso. Al final, reparto de puntos entre un Alavés hambriento pero con poca pegada y un Sevilla saturado de compromisos y tensiones de primer nivel en varias competiciones durante una temporada sensacional para ellos.