El PSG nunca fue un equipo

La caída con el Real Madrid deja en evidencia que amontonar estrellas no es sinónimo de éxito.

Martín Eula, Olé

Amontonar estrellas no es garantía de nada y el PSG es un ejemplo recurrente en la Champions League. Un PSG que asiste a un nuevo golpe en este caso dado por la máxima autoridad del torneo como lo es el Real Madrid. Segundos después de un partido que posiciona a Karim Benzema como el mejor 9 del mundo, Mauricio Pochettino habla de injusticias arbitrales y el millonario qatarí Nasser Al-Khelaifi baja al vestuario con la intención de patear la puerta del vestuario del juez como si estuviera en un duelo de Libertadores.


El entrenador argentino y el presidente del club antes que nada deberían analizar actuaciones individuales impropias del status que tienen futbolistas como el arquero de Italia (Donnaruma) y uno de los capitanes de Brasil (Marquinhos) y las causas por las cuales el equipo rara vez fue justamente un equipo y dependió de sus estrellas. También tendrían que indagar en cuestiones anímicas porque si alguien no se enteró, a media hora del final de la serie con el Madrid estaba 2-0 en el Santiago Bernabéu.

En el medio de todo surge la figura de Lionel Messi, quien de manera prematura vuelve a darse la frente contra la pared en su sueño de levantar otra Champions. Leo, y su actualidad con la Selección lo ratifica, ya no puede por sí mismo lo que pudo en su momento. Necesita de lo colectivo para que pese su genio eterno. El viejo Messi del PSG es esa gacela llamada Kylian Mbappé pero la historia es remanida:el fútbol no es tenis.

Finalista (perdió con el Bayern Munich) y semifinalista (cayó ante el Manchester City) en las últimas dos ediciones, el PSG sufre una derrota con consecuencias imposibles de dimensionar aquí y ahora. Difícilmente continúe Mbappé, ni más ni menos. Es demasiado complejo el lugar de Pochettino. Y se abre un interrogante natural por Messi como así también por Neymar. Todas estrellas en un campo de espinas.


Entradas populares