El Mónaco agrava la crisis del PSG
El conjunto monegasco venció por 3-0 a los parisinos en una actuación bastante pobre de los de Pochettino, que se han quedado en el Santiago Bernabéu.
Sin Messi, enfermo por una gripe y sin Di María o Keylor Navas, el once de Pochettino introdujo algunas novedades. La más marcada, la de Wijnaldum como extremo derecho. El neerlandés fue el elegido por el técnico argentino para acompañar a Neymar y Mbappé en ataque en medio de una oleada de rumores que le sitúan en Inglaterra a partir de la próxima temporada.
El encuentro en el Louis II arrancó, de forma inesperada, con un dominio aplastante del Mónaco. El conjunto monegasco, en plena crisis institucional (se rumorea que el dueño, Ryboloblev, va a despedir al director deportivo y al entrenador) arrasó al PSG durante los primeros 25 minutos. No hubo rastro de los parisinos, que parecían un castillo de naipes que se cae y sucumbe ante cada golpe con mayor intensidad. Los de Clement tuvieron cuatro oportunidades claras de gol nada más comenzar el encuentro, la más flagrante de Jean Lucas, que falló incomprensiblemente un mano a mano ante Donnarumma.
La infernal presión del Mónaco acabó pasando factura al PSG. En el minuto 25, Ben Yedder, que nadie sabe si utiliza mejor la derecha que la izquierda, remató un centro lateral con el exterior de la pierna izquierda y sorprendió a Donnarumma. Los parisinos apenas inquietaron a Nübel hasta el minuto 43, en una gran triangulación entre Mbappé y Achraf que acabó forzando la intervención del guardameta alemán. Fueron 45 minutos que se pueden explicar a través del estado de ánimo. El PSG se había quedado en el Bernabéu y el Mónaco intentaba pasar página a costa de un rival hecho añicos tras la prematura eliminación de Champions.
Aunque en la segunda mitad Pochettino intentó mejorar la debacle de partido de su equipo colocando tres centrales y carrileros muy ofensivos, la realidad es que el PSG seguía en el Bernabéu y el partido de hoy parecía un calvario para los parisinos. Mbappé erró una ocasión clarísima nada más salir del túnel de vestuarios, pero aquello fue un espejismo, ya que el Mónaco volvió a encontrar las debilidades de su rival en un gran contragolpe que materializó Volland tras un buen pase de Aguilar, inconmensurable durante todo el encuentro gracias a su gran nivel defensivo frente a Neymar, Mbappé y Nuno Mendes. Por si fuera poco, Kimpembe cometió un penalti en el tramo final que todavía agravó más la crisis del PSG. Ben Yedder, omnipresente, no perdonó y dejó al borde del abismo el proyecto de QSI tal y como lo conocemos hoy en día.