El Gobierno ucraniano denunció que Rusia utilizó bombas termobáricas: qué son y cómo funcionan
Se trata de un armamento que aspira el oxígeno del aire circundante para generar una explosión de alta temperatura, que suele producir una onda expansiva de una duración significativamente mayor que la de un explosivo convencional y es capaz de vaporizar cuerpos humanos
Oksana Markarova, representante ucraniana en Washington, mantuvo reuniones este lunes en el Congreso de Estados Unidos para explicar la situación en la que se encuentra su país en medio de la invasión rusa.
La embajadora dialogó con senadores norteamericanos de ambos partidos y denunció el uso de estas bombas termobáricas, también conocidas como bombas de vacío, que provocan explosiones de alta temperatura, por parte de las tropas de Putin. No obstante, Markarova no brindó precisiones sobre dónde habría sido utilizado este armamento bélico.
Este tipo de armas “están prohibidas por la convención de Ginebra”, remarcó la diplomática, por lo que analizó que su uso responde a que la “devastación” que busca Rusia en Ucrania es “grande”.
Una bomba de vacío, o arma termobárica, aspira el oxígeno del aire circundante para generar una explosión de alta temperatura, que suele producir una onda expansiva de una duración significativamente mayor que la de un explosivo convencional y es capaz de vaporizar cuerpos humanos.
La bomba termobárica es una munición de dos etapas: la primera carga distribuye un aerosol compuesto por un material muy fino, desde un combustible a base de carbono hasta diminutas partículas de metal. La segunda enciende esa nube mortal, creando una bola de fuego, una enorme onda de choque y un vacío a medida que absorbe todo el oxígeno circundante, informó The Guardian.
Las termobáricas a veces se denominan bombas de vacío porque después del primer estallido, una zona de baja presión succiona hacia el lugar de la explosión. Este efecto push-pull puede ser muy dañino para las estructuras, pero la razón principal por la que las son tan destructivas es la onda de presión prolongada hacia el exterior, informó el medio New Scientist.
“Esto es mucho más peligroso que el breve pulso producido por los explosivos de alta potencia y causa lesiones distintas, generalmente en los pulmones, donde la onda de presión puede destruir los delicados saco aéreo o causar una embolia masiva, dejando a las víctimas muertas sin signos de daño externo”, informa el medio especializado.
Estas armas se utilizan para una variedad de propósitos y vienen en una variedad de tamaños. Por ejemplo, para atacar posiciones que se encuentren en bunkers o destruir cuevas y complejos de túneles.
Si bien no se indicó donde habrían sido utilizadas, la CNN informó de que uno de sus equipos había avistado un lanzacohetes múltiple termobárico ruso cerca de la frontera ucraniana a primera hora de la tarde del sábado.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que había visto los informes, pero que no tenía confirmación de que Rusia hubiera utilizado esas armas. “Si eso fuera cierto, podría ser un crimen de guerra”, advirtió en conferencia de prensa, señalando que hay organizaciones internacionales que evaluarían eso y que la Administración del presidente Joe Biden “buscaría ser parte de esa conversación”.
En este contexto, Markarova solicitó más armas y asistencia militar al Gobierno de Biden.“Deberían pagar, deberían pagar un alto precio”, dijo la embajadora al término de la reunión.Cabe recordar que el último sábado el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, anunció la aprobación de 350 millones de dólares en equipamiento adicional para asistir a Ucrania, incluidos misiles portátiles antitanque Javalin.
Ayer Ucrania, a través de su ministro de Relaciones Exteriores, también le solicitó a Estados Unidos más armas y sanciones contra Rusia para resistir a la invasión. Según Dmytro Kuleba, la Casa Blanca aseguró ambas solicitudes.
En declaraciones a la cadena estadounidense Fox, al término del encuentro en el Congreso de Estados Unidos, los senadores remarcaron el compromiso de Washington para con Ucrania. “Orgulloso de hablar con la embajadora Markarova y decirle que el Senado continuará apoyando y acelerando la asistencia letal a Ucrania, y manteniendo la presión sobre Putin para poner fin a esta guerra injustificada”, señaló el senador Bob Menendez, presidente del comité de Exteriores del Senado.
Por su parte, el representante demócrata Brad Sherman, dijo que los ucranianos habían pedido una zona de exclusión aérea reforzada por Estados Unidos sobre Ucrania, pero que en su opinión eso era demasiado peligroso porque podría provocar un nuevo conflicto con Rusia.
Según la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, desde que Vladimir Putin ordenó la invasión rusa, murieron al menos 102 personas y hay 304 civiles heridos. No obstante, autoridades ucranianas señalan que la cifra de víctimas fatales es de 352.
Además, producto del despliegue militar, 422 mil ucranianos tuvieron que emigrar de su país. A esa cifra se le suman más de 100 mil desplazados internos, indicó la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).