El cohete que vagaba por el espacio se estrelló finalmente contra la Luna y abre el debate por la basura espacial
Según astrónomos de Estados Unidos, el impacto sucedió hoy, en el lado oculto de la Luna. Por eso habrá que esperar varios días para ver las imágenes. El episodio permite estudiar la física de los impactos pero a su vez impulsa la polémica sobre los desperdicios en el espacio
Su trayectoria se había calculado mediante observaciones realizadas por telescopios en la Tierra. “Teníamos muchos datos sobre este objeto”, dijo Bill Gray, que estima que golpeó la Luna “esta mañana”. La identificación del cohete en cuestión fue objeto de debate porque nadie se ocupa oficialmente de registrar y seguir los desechos espaciales en el espacio lejano.
Gray, creador del software utilizado por los programas de observación financiados por la NASA, los vigila para que no se confundan con asteroides y, de este modo, no se pierda tiempo estudiándolos inútilmente. Inicialmente se pensó que los restos eran de un cohete de SpaceX pero al final se dedujo que se trataba de una nave china, concretamente de una etapa del cohete Gran Marcha, que despegó en 2014 para una misión denominada Chang’e 5-T1, como parte del programa de exploración lunar del país.
Pekín lo negó y aseguró que la etapa había “entrado sin peligro en la atmósfera terrestre” y se había “quemado por completo”. Pero según Gray, China confundió dos misiones con nombres similares y en realidad estaba hablando de un cohete lanzado mucho más tarde.
En cualquier caso el cráter solo puede observarse a través de la sonda LRO (Lunar Reconnaissance Orbiter) de la NASA o la india Chandrayaan-2, ambas en órbita alrededor de este astro. La agencia espacial estadounidense confirmó en enero que quería encontrar el cráter, pero advirtió que la operación podría tardar “semanas”.
Según Gray, las dos sondas pueden observar toda la región lunar una vez al mes. No es inusual que las etapas de los cohetes queden abandonadas en el cosmos, pero es la primera vez que se identifica una colisión no intencionada con la Luna. En el pasado se han lanzado etapas de cohetes contra el astro con fines científicos.
La Nasa había realizado un experimento similar en 2009, cuando estrelló intencionalmente el Lunar Crater Observation and Sensing Satellite, o LCROSS, en un cráter permanentemente sombreado cerca del sur lunar. Se trata de un evento que abre también el debate sobre cómo la basura espacial puede empezar a ser un verdadero problema, no solo para nosotros, sino para todo nuestro ‘vecindario’ cósmico. Al menos el cercano.
La sonda lunar de la NASA Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) será la encargada de la búsqueda y, probablemente, sus pesquisas den frutos en unas semanas. Según la publicación Scientific American’ el impacto ocurrió cerca del cráter Hertzsprung, que tiene unos 570 kilómetros de diámetro, pero de momento no hay estimaciones más concretas.
Pablo Hayne, profesor Asistente de Ciencias Astrofísicas y Planetarias de Universidad de Colorado, describió a este impacto no planificado “como una oportunidad emocionante”. Dijo el científico: “La Luna ha sido un testigo firme de la historia del Sistema Solar, su superficie llena de cráteres registró innumerables colisiones en los últimos 4 mil millones de años. Sin embargo, los científicos rara vez logran vislumbrar los proyectiles, generalmente asteroides o cometas, que forman estos cráteres. Sin conocer los detalles de lo que creó un cráter, los científicos no pueden aprender mucho al estudiar uno”.
Este impacto proporcionará un experimento fortuito que podría revelar muchas cosas sobre cómo las colisiones naturales que golpean y recorren las superficies planetarias. Los investigadores tendrán más herramientas para interpretar el paisaje árido de la Luna y también los efectos que tienen los impactos en la Tierra y otros planetas.
Según explica Hayne, ha habido cierto debate sobre la identidad exacta del objeto que cae actualmente en curso de colisión con la Luna. “Los astrónomos saben que el objeto es un propulsor de etapa superior descartado del lanzamiento de un satélite a gran altitud. Tiene aproximadamente 12 metros de largo y pesa casi 10,000 libras (4,500 kilogramos). La evidencia sugiere que es probable que sea un cohete SpaceX lanzado en 2015 o un cohete chino lanzado en 2014 , pero ambas partes han negado la propiedad”, explicó.
Después de que el cohete toque la superficie lunar, una onda de choque viajará a lo largo del proyectil a varias millas por segundo. “En cuestión de milisegundos, la parte trasera del casco del cohete se borrará con pedazos de metal que explotarán en todas las direcciones”, había dicho el científico.
Se espera entonces que una onda de choque gemela viajará hacia abajo en la capa superior de polvo de la superficie de la Luna llamada regolito. “La compresión del impacto calentará el polvo y las rocas y generará un destello al rojo vivo que sería visible desde el espacio si hubiera una nave en el área en ese momento. Una nube de roca y metal vaporizados se expandirá desde el punto de impacto a medida que el polvo y las partículas del tamaño de la arena se arrojen hacia el cielo. En el transcurso de varios minutos, el material expulsado volverá a llover sobre la superficie alrededor del cráter que ahora arde sin llama. Prácticamente nada quedará del desafortunado cohete”, agregó Hayne.
Este experimento accidental de mañana choque dará a los científicos planetarios la oportunidad de observar un cráter muy similar a la luz del día. Será como ver el cráter LCROSS con todo detalle por primera vez.
Basura espacial
Dado que el impacto ocurrirá en el lado oculto de la Luna, estará fuera de la vista de los telescopios terrestres. “Pero aproximadamente dos semanas después del impacto, el Lunar Reconnaissance Orbiter de la Nasa comenzará a vislumbrar el cráter a medida que su órbita lo lleva por encima de la zona de impacto. Una vez que las condiciones sean las adecuadas, la cámara del orbitador lunar comenzará a tomar fotografías del lugar del impacto con una resolución de aproximadamente 3 pies (1 metro) por píxel. Los orbitadores lunares de otras agencias espaciales también pueden enfocar sus cámaras en el cráter”, sostuvo el científico lunar.
Se espera que la forma del cráter y el polvo y las rocas expulsados revelen cómo estaba orientado el cohete en el momento del impacto. Una orientación vertical producirá una característica más circular, mientras que un patrón de escombros asimétrico podría indicar más bien una caída de panza. “Los modelos sugieren que el cráter podría tener entre 30 y 100 metros de diámetro y entre 2 a 3 metros de profundidad”, finalizó.
Jorge Coghlan, fundador, presidente y director del Observatorio Astronómico, Meteorológico y Museo del Espacio CODE, en Observatorio Astronómico Centro Observadores del Espacio CODE de Santa Fe, adelantaba ayer a Infobae: “Va a suceder del otro lado de la luna, del lado oscuro, por lo tanto de la única forma que tendremos imágenes serán de EH sonda, que están en órbita lunar. Hay una sonda de Reconocimiento Lunar que es muy conocida, que es la que tiene las cámaras más sofisticadas para tomar los objetos más pequeños de la superficie”.
El doctor Ricardo Podestá, director del Departamento de Geofísica y Astronomía de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (FCEFN), sumaba a Infobae: “Será a las 9:25 de la mañana (hora local) Según los datos proporcionados, el cráter que va a producir tendrá una diámetro de 20 metros. Será bastante importante el impacto. Será en la cara oculta de la Luna. No va a ser posible que lo veamos”.
El debate de la basura espacial
¿Cómo deberíamos sentirnos todos acerca de este impacto inminente? John Crassidis, un experto en desechos espaciales de la Universidad de Buffalo, optó por decir que “esto no es gran cosa”. En primer lugar, la desaparición de este cohete no perturbará el orbe de alabastro de la Tierra. Como lo confirma su superficie agujereada por el cráter, nuestro satélite natural puede sacudirse todo tipo de golpes sustanciales. “No te preocupes, la luna seguirá ahí después”, dijo Crassidis.
Este cohete se unirá a muchas otras pilas de desechos espaciales que ya están esparcidas por la superficie lunar. “Este cohete, en este momento, no creo que sea gran cosa”, dijo Alice Gorman, arqueóloga espacial de la Universidad de Flinders en Australia. El precedente muestra que no debemos preocuparnos, no todavía, de todos modos.
La única preocupación legítima por este impacto inminente es qué presagia exactamente para nuestro futuro. Estados Unidos, China, Rusia y otros miran cada vez más a la luna como el primer puesto de avanzada extraterrestre de la humanidad. “La esperanza es que volvamos para quedarnos”, expresó Reddy, codirector del laboratorio de Conciencia Situacional Espacial de la Universidad de Arizona. “Y no quieres que le llueva nada a la gente si vive allí”.
“No hay que tomarlo como que es una invasión de la Luna o contaminación o más chatarra como se dice vulgarmente porque durante más de medio siglo se han estado mandando vehículos a la Luna”, cerró Coghlan.