CROACIA 2 - BULGARIA 1 / Sin Modric no hay paraíso
Croacia estuvo a punto de perder con Bulgaria, que no gana un partido fuera de sus fronteras desde 2018. Modric salió y en ocho minutos, cosió el roto. El 1-1 fue suyo.
Pero hoy el cordero, durante 70 minutos, fue un lobo. Lo que se jugó hasta que entró Modric. Croacia fue un equipo obcecado en la horizontalidad y los centros laterales. Huérfano de alguien que controlase el balón y se atreviese a romper líneas por el medio. De un líder. Eso convirtió su juego en previsible para Bulgaria, que creyó en la victoria cuando Caleta-Car, para más inri, dejó a sus compatriotas con diez por doble amarilla. El castillo arlequinado, de golpe, se convirtió en uno de naipes. Y Despodov, joven delantero del Ludogorets, sopló. Un zarpazo suyo hizo el 0-1 y activó las alarmas. Bien rojas.
La luz de Modric alumbró el cielo y el madridista asumió que su descanso, una vez más, lo sería a medias. Héroe a escena. Ante sí, una Bulgaria que se disparó en el pie: Despodov, el goleador, vio la segunda amarilla al minuto de marcar. En la celebración se quitó la camiseta e imitó el "siu" de Cristiano Ronaldo, viendo la roja. Tenía Luka algo más de cuarto de hora para remontar un partido de diez contra diez. Y le sobró la mitad. Porque en 8' ya había zanjado el quehacer. Salió en el 72' y empató en el 75'; de penalti. Asumiendo la responsabilidad, marcando con el interior y llamando a sus compañeros a correr hacia el medio para buscar el segundo.
Ellos, en ese gesto, debieron ver algo que les hizo creer. Porque Croacia fue otra. Un yugo; un vendaval. Y en el 80' se culminó la remontada: Orsic rompió por banda, puso un centro y Kramaric, pistolero del Hoffenheim, la mandó a la jaula. Los miles de qataríes que vistieron el Ciudad de la Educación, feudo mundialista donde se jugarán partidos de grupos y algunas eliminatorias hasta cuartos, se pusieron en pie para aplaudir lo que veían. Los primeros 70 minutos les habían dejado un sabor de boca desabrido tirando a insulso; los últimos 20 fueron un espectáculo patrocinado por Modric. Croacia le necesita. He aquí la prueba.