Criba de millonarios en el Chelsea
Esta semana se valorarán las cuatro ofertas más interesantes. A finales de marzo se conocerá al nuevo dueño.
El objetivo es que el traspaso del Chelsea se haga antes del partido contra el Real Madrid en Liga de Campeones, que es el próximo 6 de abril, y por eso en Stamford Bridge confían en cerrar el acuerdo con el nuevo dueño a finales de marzo. El precio de venta final superará los 3.000 millones de euros, aunque no es el único requisito para hacerse con el club, que necesita financiar la reforma de su estadio.
Un proyecto que Abramovich no llegó a materializar antes de la sanción del gobierno británico, el mismo que ahora exige que el futuro comprador del Chelsea retome la iniciativa. Sobre esto trabajaron durante la última semana los diferentes consorcios que entraron en la puja, entre los que hay cuatro claros favoritos. Y la familia Ricketts, propietaria de los Chicago Cubs de béisbol, es uno de ellos.
El equipo cuenta además con la oferta del grupo formado por Ted Boehly, Hansjorg Wyss y el fan declarado de los Spurs, Jonathan Goldstein. Esa sería la principal pega al proyecto liderado por Boehly, quien participó en la compra de los LA Dodgers, también de béisbol, y tiene experiencia en este tipo de operaciones.
En estas circunstancias, el único proyecto sin rémoras es el de Nick Candy. El británico, aficionado del Chelsea, hizo su fortuna en el sector inmobiliario y se unió a última hora al surcoreano Hana Financial Group para hacer una gran oferta por el equipo, que sigue con las cuentas congeladas y espera impaciente la decisión coordinada por Raine y Downing Street.