Con el “efecto Gago”, la Academia llega al clásico desde una posición impensada
El DT fue clave en la reacción de un equipo que había finalizado mal 2021; desde hace 4 partidos mantiene nombres y un funcionamiento que lo ilusiona para ganarle al Rojo y pelear por el título
Gago encontró una base (repitió la formación en tres de los últimos cuatro partidos) que parece ir de la mano con lo que el entrenador buscaba imprimirle a Racing desde que llegó en octubre: recupera rápido y lejos del arco propio y luego tiene herramientas para manejar la pelota, con posesiones largas. Entre las muchas estadísticas favorables que acumula en lo que va de este año, hay una que refleja el buen momento que atraviesa: es el equipo del fútbol argentino que más posesión de pelota tiene cuando está en ventaja en el marcador.
La goleada de Racing en Tucumán
Nombres propios
El buen nivel colectivo se apoya en algunos apellidos puntuales. Facundo Mura, con 22 años, surgido de Estudiantes, tendrá este sábado su primer clásico de Avellaneda. Llegó con una tarea difícil: adueñarse del lateral derecho de Racing, un puesto por el que pasaron más de diez refuerzos en la última década, aunque a la mayoría les costó adaptarse. En seis partidos, Mura se ganó su lugar: su gol en Tucumán fue una confirmación de eso. El tanto del lateral llegó tras un gran pase de Leonel Miranda, otro de los nombres que explican el buen funcionamiento académico. El año pasado el ex Independiente jugó poco con Gago, pero desde esta pretemporada es uno de los futbolistas que el cuerpo técnico resalta.
Lo mismo sucede con Carlos Alcaraz, que tras las bajas por lesión de Matías Rojas y Edwin Cardona se hizo dueño del fútbol del equipo. Para Alcaraz, de 19 años, en el club desde los 15, será su primer clásico de Avellaneda. Para Gabriel Hauche, en cambio, será su octavo partido ante el Rojo con la camiseta de Racing. Mucha agua bajo el puente corrió desde aquel Clausura 2009 en el que tuvo su primer clásico en el Libertadores de América, pero si algo demostró el Demonio en estas seis fechas de torneo es que mantiene la intensidad de la juventud.
La influencia del DT
En los 14 partidos que lleva como entrenador académico, Fernando Gago acumula seis victorias, tres empates y cinco derrotas. Luego de la goleada en Tucumán, es la primera vez desde que llegó al club que su balance tiene más victorias que caídas. Sin embargo el mérito parece ser otro, más allá de los resultados: cuando el horizonte aparecía oscuro, el ex mediocampista pudo salir airoso y transformó las dudas en elogios gracias a la identidad definida que mostró su equipo.
“Hay un contexto que explica todo. Hubo una pretemporada, un trabajo físico y un trabajo futbolístico, además de la llegada de refuerzos. Los jugadores empezaron a creer a medida de los resultados. Y es normal. Cuando las cosas fluyen se dan naturales”, repite el DT, que en el banco de enfrente tendrá a un viejo conocido: Leandro Díaz, ayudante de Eduardo Domínguez, fue su compañero en Boca desde preinfantiles y también en Club Parque.
La clave parece estar en haberle devuelto la confianza a algunos jugadores y en acertar en los nombres que reemplazaron a figuras importantes que fueron baja por lesión como Gabriel Arias, Eugenio Mena, Matías Rojas y Edwin Cardona. Su experiencia como jugador en la selección, Boca y el Real Madrid le sirven a Gago para tener algo claro: todas esas virtudes se pondrán a prueba esta noche en el Libertadores de América.
El marco institucional
Apenas siete meses pasaron desde la última vez que Racing se midió con Independiente. Por la quinta fecha del último campeonato, el Rojo ganó 1 a 0 y provocó la renuncia de Juan Antonio Pizzi, cuestionado por haber reemplazado al capitán Lisandro López. Aquella salida dejó a Racing a la deriva, con el plan de sostener un interinato de Claudio Úbeda durante cuatro meses que no se llegó a concretar por los malos resultados. Víctor Blanco apostó fuerte por Fernando Gago. Y en el 2022 el sol parece empezar a salir para la Academia, después de un 2021 gris, con un mal clima interno tras la salida de Diego Milito. Un golpe en el clásico como visitante puede ser el escenario ideal para recuperar la calma institucional.
Los hinchas, la historia y las urgencias
El de esta noche será el primer clásico con hinchas en más de dos años, luego de lo que fue la restricción de la presencia del público por la pandemia. Independiente tendrá ese marco a su favor y también el peso del historial, que en este tipo de partidos tiene su influencia. La enorme ventaja que sacó el Rojo en la década del 90 y en la primera de este siglo no se hizo sentir en el último tiempo: de los últimos cinco clásicos, la Academia ganó tres y perdió dos, algunas victorias con una épica especial, como el recordado triunfo con nueve jugadores con Marcelo Díaz y la victoria como visitante a solo cuatro fechas del final de la Superliga 18/19 que luego coronó a Racing campeón. “Los clásicos –dijo Gago en la semana– son partidos aparte y mucho tiene que ver con el ambiente que se genera en los días previos”.
Tras la goleada en Tucumán, el entrenador marcó la cancha de mantener el perfil bajo hasta última hora del sábado. Quiere que su equipo hable en el campo. Y escribir una página nueva en la historia de este Clásico de Avellaneda.