Bermúdez pidió “un partido transparente” con el arbitraje
El exdefensor e integrante del Consejo de Futbol xeneize se refirió a diversos temas, con su efusividad habitual para las declaraciones
El exdefensor estuvo en los estudios de TNT Sports y profundizó sobre varios puntos. “River es un equipo muy fuerte, que hace tiempo saca muy buenos resultados, se siente cómodo. Boca debe creer mucho en el papel protagónico, en lo que debe realizar. Estoy convencido de que con los 11 jugadores los 90 minutos peleamos el superclásico. Con los arbitrajes estoy preocupado desde lo personal. No es un reclamo público al arbitraje ni creo en cuestiones programadas. Pido un partido transparente y en el clásico que jugamos en el Monumental eso no lo vi”, manifestó.
Enseguida, se extendió en eso, incluso poniéndose como referencia: “No me parece normal que los jueces se equivoquen de la manera que se equivocan en los clásicos, y hablo de en todos los clásicos y no sólo los Boca-River. También veo los Independiente-Racing, los San Lorenzo-Huracán... Hay que ver bien los contextos, porque con un equilibrio muy delgado se rompen las líneas. Antes era difícil que pasaran esas situaciones. Ayala y Berizzo te daban la patada más baja en la nuca y no se iban expulsados. Y Bermúdez y compañía tampoco…”.
Continuó el Patrón: “No es normal que la primera llegada tarde en este fútbol tan rápido ya sea amarilla y para el rival no sea lo mismo. No tengo un delirio de persecución, pero no quisiera que se repita que siempre la primera amarilla vaya para un jugador de Boca. Esta terna arbitral me parece buena, que la decisión es correcta. Herrera está capacitado para llevar el partido y los protagonistas tendrán que ayudarlo. Ahora, si la primera falta es descalificadora y lo tienen que echar, no tengo nada para decir”.
Bermúdez puso el foco, sin mencionarla, en la expulsión de Marcos Rojo en la derrota por 2-1, cuando al marcador central lo echaron por dos infracciones en dos minutos y Boca se quedó con uno menos a los 15 minutos de juego. “Vi tres veces el partido con Estudiantes. (Leonardo) Godoy hizo ocho faltas en el primer tiempo, incluso estando amonestado desde temprano. Nosotros tuvimos algún partido donde al número 6 lo echaron después de la segunda falta”, dijo. La alusión era clara.
Sobre el arbitraje y la inminente llegada del VAR, Bermúdez aportó más detalles desde su mirada: “Si no hay claridad, el VAR te puede complicar muchísimo o allanar el camino. En la Premier League hay casi 32 cámaras por cancha. Acá, ¿cuántas van a haber? ¿Para qué va a servir? No estamos preparados para la llegada del VAR en la Argentina. ¿Se imaginan lo que puede pasar en 6 o 7 minutos que se demoran para tomar las decisiones? Quiero que sean más las certezas que las dudas. Ojalá que se pueda fortalecer a la terna arbitral, pero... Antes, (Horacio) Elizondo te decía la próxima te amonesto, (Javier) Castrilli te avisaba que la próxima te echaba o (Francisco) Lamolina te pedía que vayas más despacio. Antes no tenían la cámara encima y cada uno, con su estilo, se hacía respetar”.
En las comparaciones con River que se le plantearon, enseguida buscó contextualizar. “Nosotros no tocamos ese fondo que tocó River desde lo dirigencial. Tuvieron que levantarse de un momento difícil (por el descenso) que seguramente lo hicieron queriendo por encima de todo a la institución, dándole confianza a los chicos del club, trabajando muy bien con un cuerpo técnico que los ha llevado a una guía deportiva muy importante. Está bueno hablar del proceso porque pareciera que todo fuera de la noche a la mañana”, enfatizó.
“Lo más interesante de analizar es cuántos jugadores trajo Boca en este mercado de pases, lo que lleva adecuarse, el tiempo que lleva el proceso... Pol Fernández tiene un solo partido como 5, Romero jugó uno como titular, luego otro ratito y ya se dice que hay problemas, que se tiene que ir... Lo que hay en Boca es una construcción. Tenemos un deseo de construcción que sabemos que lleva su tiempo y tenemos mucha fe. Hablamos mucho con el cuerpo técnico y entendemos que el plantel está bien, que el club está bien, sano, no se lastimó la economía con las incorporaciones... Cuando llegamos se decía que había un montón de cosas que no existían y cuando dijimos la verdad muy pocos la tomaron. Pasó a ser parte de una anécdota y se empezó a hablar de lo otro. Pero el club estaba desolado cuando llegamos”, agregó, sumando el juego a la política interna.
La política del club
“Estos dos años y medio hemos estado muy felices desde el primer día. Si no era por el socio que nos votó, había una decisión política de que no volviéramos al club. Estamos orgullosos del trabajo arduo y hermoso que hacemos día a día. Detrás de todos los buenos resultados se taparon muchísimas cosas”, remarcó. Y fue más allá: “No recibimos un club rico. El desfasaje pasaba porque se vendió por 70 millones, pero no estaba la plata. No es mentira que se haya hablado con Cavani o Roger Martínez para traerlos, pero la realidad argentina es difícil, nos limita, y no se puede competir con Brasil o México. No es casualidad que nuestros juveniles tengan tantos partidos en la primera. Es la línea que buscamos. No es para nada fácil y hay que hacerlo paso a paso. Se valora poco porque hay mucha gente que desea que no se valore”.
Bermúdez hizo un balance favorable, con la voz alta. “Salimos campeones tres veces, tenemos dos o tres finales por delante, más la Copa Libertadores, y nos echaron de una forma grotesca de la última Libertadores. Las imágenes de la policía tirando gases o pegando con palos no se vieron por ningún lado. La policía desapareció del hotel para que haya pirotecnia toda la noche. Todo parecía responsabilidad de Boca por lo que se decía. Después nos tuvieron siete días en un hotel y no nos dejaron competir dos partidos en el torneo local. Más allá de todo, lo que hemos logrado hasta acá ha sido bueno”.
Tras el paso de Miguel Russo y la asunción de Battaglia, sumó virtudes y progresos. “El plantel de Boca tiene muy buenos jugadores en todos los puestos. Tenemos jugadores de muy buen nivel en las mismas posiciones, como en el lateral derecho o como centrodelantero. Hay una competencia muy sana. Los resultados son importantes, pero también las esperanzas que dan los funcionamientos de los equipos. Creemos en este camino, en el trabajo de Sebastián. En el partido de Estudiantes se regresó a la convicción que teníamos, no fue el punto de partida a una nueva etapa. Hay una exigencia naturalizada”.
Y se citó como ejemplo: “Cuando llegué al club jugué en 1997 con Néstor Fabbri. Tuve la dicha de jugar un año a su lado. Cuando se va, Carlos Bianchi pone a Walter Samuel. Yo no le conocía la voz, era un chico. No hablaba, pero nos entendíamos con un silbido. O cuando (Hugo) Ibarra se iba al ataque, yo lo miraba para ver si volvía, me hacía una seña y yo sabía si tenía que relevarlo o no. Lleva tiempo entenderse dentro de la cancha”.
La camiseta amarilla
Contra River, Boca utilizará un modelo alternativo de camiseta. Bermúdez se molestó porque se dijera que eso sucederá por consejo de un chamán, en relación a una práctica ancestral vinculada con la posibilidad de diagnosticar o curar algún mal. “El tema del color de la camiseta es un tema de marketing. ¿No sabemos todos que existe el marketing en el fútbol? Mientras estemos nosotros no se van a poner una camiseta violeta ni una rosa, porque no tiene nada que ver con nuestra identidad, pero hay empresas que invierten y no podemos desconocer eso. Yo debuté con una camiseta blanca en Boca y marque un gol”, sentenció.
Cómo se los marca a Álvarez y Barco
“Julián Álvarez es un jugador de grandes condiciones, pero destaco como su mejor virtud la capacidad de encontrar los caminos con la dinámica y el convencimiento, más allá de la técnica y de que tenga los espacios que se genera. Es la convicción con la que juega el chico. Es un jugador que genera. Hay que marcarlo desde cerca, no sólo con la pelota. El que lo tenga cerca tiene que olerlo. Hay que patrullarlo desde cerca, cortarle las líneas de pases y estar muy cerca en cada instante. Siempre va a encontrar el camino y buscar el cara a cara. No es que el compañero le haga los pases más fabulosos, sino que los genera”, analizó Bermúdez sobre la figura de River, que ya forma parte del seleccionado argentino y seguirá su trayectoria en el Manchester City, de Inglaterra.
Y respecto de Esequiel Barco, otro de los jugadores desequilibrantes del millonario, comparó: “Marcar a Barco debe ser algo similar a lo que significa marcar a (Sebastián) Villa. ¿Cómo lo marcas? Yo estoy viendo el juego y lo veo al defensor que los tiene delante y pienso: ‘pobrecito’. Es imposible que los marque uno solo. Esos jugadores se marcan en conjunto, con las coberturas”. Además, indicó que “Boca pierde mucho sin Izquierdoz. Es vital en el equilibrio defensivo y, además, venía marcando goles”.