BAYERN 7-SALBURGO 1 (8-2) / Lewandowski a lo suyo

El delantero polaco firmó un hat-trick en 11 minutos para encarrilar una paliza al Salzburgo que pone al Bayern en cuartos y metiendo mucho miedo.

José Carlos Menzel
As
Es lo que le pasa a los grandes. No importa que no estén atravesando su mejor momento futbolístico. Tampoco que se le sigan viendo las costuras a su defensa. Cuando tiene que estar, está. Sobre todo su delantero centro, Lewandowski, que, por cierto, sigue sin renovar. Tres goles del polaco en el primer tiempo, el hat-trick más rápido en la historia de la Champions, encarriló la vuelta ante un Salzburgo que se perdió en errores innecesarios, sucumbió y se fue a casa tras la paliza que significó el 7-1 final. Aunque sigue concediendo más de la cuenta, el campeón de la Bundesliga (Lewy, sobre todo) parece haber vuelto a la normalidad.


A Nagelsmann le va el riesgo y su once ante los austríacos lo corroboró una vez más. Optó el técnico muniqués por una línea de tres atrás y un total de cinco atacantes más el siempre ofensivo Musiala en el doble pivote junto a Kimmich. Muchos espacios atrás que invitaban a correr a los de Jaissle. Podía salir mal. Pero salió de fábula. Y gran culpa la tuvo Wöber. Justo cuando los suyos lograron aprovechar dos pérdidas para plantarse solo ante Neuer, el ex sevillista cometió dos penaltis sobre Lewandowski que el polaco, como siempre, no perdonó. Le entraron los nervios a los de Jaissle. Y el Bayern olió la sangre. Una vez más Lewandowski, esta vez a pase de Müller, y Gnabry con la diestra subieron el póker antes de pasar por vestuarios. Volvió el rodillo bávaro.

Con el partido ya decidido y el Salzburgo tratando de evitar hacer el ridículo absoluto, Nagelsmann gastó los cinco cambios en el segundo período. No le importó a los suyos, que siguieron maltratando al conjunto visitante, diluido por completo. Müller se redimió tras su gol en propia ante el Leverkusen y subió el quinto tras girarse sobre su propio eje y finalizar con la zurda. Le salía todo al Bayern. Todo menos defender hasta el 90, ya que no terminó la fiesta sin conceder el tanto del honor al Salzburgo en el enésimo desajuste defensivo de los locales en lo que va de temporada. Müller y Sané, sin pestañear, lo corrigieron con dos chicharros más.

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