Al Khelaïfi la lía: ¡intenta irrumpir en el vestuario del árbitro!
Al acabar el partido, el presidente del PSG perdió los papeles, bajó al vestuario del árbitro gritando y dando golpes, pero se equivocó e irrumpió en el de Megía Dávila.
Esto reza el acta arbitral sobre lo sucedido: "El
presidente y el director técnico del PSG mostraron un comportamiento
agresivo e intentaron entrar al vestuario de los árbitros. Cuando el
árbitro les pidió que se fueran, bloquearon la puerta y el presidente
golpeó deliberadamente el banderín de uno de los asistentes, rompiéndolo".
Tan cegado estaba Al Khelaïfi por la ira tras presenciar cómo el Benzema y el Real Madrid volvía a tirar por el suelo su último proyecto galáctico para levantar la Champions que se confundió de vestuario e irrumpió en el de Megía Dávila, delegado del club de Chamartín. “Ha sido francamente desagradable”, relató Mónica Marchante, que añadió que los allí presentes tuvieron que pedir ayuda para intentar calmar a Al Khelaïfi. Minutos después, la SER dio más detalles. Según informó Javier Herráez, un empleado del Madrid grabó el incidente con su móvil, Al Khelaïfi se percató de ello y le golpeó el teléfono amenazándole: "Voy a matarte". Al final, el PSG mandó a un empleado de protocolo del club francés para disculparse con los árbitros y con el Real Madrid.
No es la primera vez que trasciende que el presidente del PSG baja a los vestuarios a intentar pedir explicaciones al colegiado. Ya en el partido de la ida, en el Parque de los Príncipes , la Cadena SER informó que tanto él como Leonardo, director deportivo de los parisinos, aprovecharon el descanso para acudir al túnel y mostrar su malestar a Orsato, colegiado italiano del encuentro. En la segunda parte, el árbitro mostró amarillas a Casemiro y Mendy, que estaban apercibidos y no pudieron disputar la vuelta en el Bernabéu… En 2019, otra remontada, en aquella ocasión del Manchester United en el descuento, desquició al qatarí, que acabó perdiendo el control y golpeando una puerta dentro del túnel de vestuarios.
Temporada tras temporada, Al Khelaïfi ve cómo sus inversiones millonarias y sus fichajes galácticos son estériles en la Champions, la gran obsesión del Estado de Qatar. Su último intento, reteniendo a Mbappé y fichando a Messi, mordió el polvo en el Bernabéu ante un Madrid cuya historia, y un 9 histórico, han pesado más que los petrodólares.