Xavi para la fiesta
El técnico no quiere repetir la euforia artificial que se generó tras el Clásico en Arabia y que acabó con el atropello de San Mamés en Copa. "No podemos sacar pecho", advirtió.
Agarrándose a ese eslogan tan de moda ahora ("never too high, never too low"), Xavi quiso mantenerse equilibrado. "Ni fuimos un desastre en Vitoria ni este ha sido el mejor partido de la historia del club", insistió. Se le vio lberado, contento por tener más jugadores donde elegir, satisfecho por haber escogido bien las armas tácticas del partido (Alves de falso mediocentro, Gavi de disimulado extremo izquierdo). Pero, sobre todo, con hambre. El camino es largo y, después del aviso de Bilbao, nadie quiere discursos triunfalistas. Xavi metió el pecho hacia dentro y paró la fiesta. "Un paloma no hace verano".