Un tridente para soñar

El partido contra el Alavés eleva al ataque formado por Benzema, Asensio y Vinicius, que suman 50 goles este curso. Ancelotti los ve fundamentales para remontar ante el PSG.

Manu de Juan
As
El triunfo del Real Madrid sobre el Alavés en el Santiago Bernabéu no fue una victoria más. Tras una racha de resultados preocupantes (solo una victoria en los últimos cinco duelos) y también de baja producción ofensiva (un gol en los cuatro últimos partidos), el equipo blanco se dio un gustazo en la segunda parte, tras una primera gris y plomiza, y se llevó tres puntos que ayer ganaron especial trascendencia después del empate del Sevilla en casa del Espanyol, dejando la renta madridista en seis puntos. También resolvió el Madrid sus dudas en ataque, con tres goles, nueve remates a portería y otros 12 fuera de palos. Y de paso Ancelotti puede considerar encontrado su tridente de ataque titular, la ofensiva tipo para los días del todo o nada: Asensio, Benzema y Vinicius.

Ellos tres fueron los autores de los tres tantos del Madrid el sábado; no había pasado antes desde que comparten vestuario. En el primero, Asensio hizo gala de su mejor virtud, ese zapatazo con la zurda que aúna colocación y potencia; el segundo fue una obra coral, iniciada por Valverde y que luego dibujaron entre los tres, con taconazo del balear, asistencia del francés y remate final de Vinicius; y el tercero, desde los once metros para el nueve, tras provocar Rodrygo la pena máxima en la prolongación.

Si ellos tres se constituyen como el ataque tipo del Madrid, no es solo por la especial mezcla de estilos que forman: Asensio aporta continuidad en el juego y peligro desde media y larga distancia; Vinicius, regate y velocidad a la contra; y Benzema, un poco de todo eso, juego interior de espaldas y de frente y voracidad goleadora. Es que además son la mejor garantía estadística para hacer goles: llevan 50 entre los tres.

Y eso que la idea del tridente titular que Ancelotti tenía al inicio del curso poco tiene que ver con esta: arrancó la temporada con Benzema acompañado por Hazard y Bale. Las lesiones y la falta de rendimiento terminaron por voltear este plan. En el caso de Vinicius, solo hicieron falta las dos primeras jornadas de Liga, en las que el brasileño salió desde el banquillo y anotó tres goles (uno ante el Alavés, dos en casa del Levante). Ya lleva 16, solo superado por Benzema (25).

Lo de Asensio ha necesitado más tiempo, pero tras una competencia intensa con Rodrygo, se ha impuesto gracias a sus nueve tantos, siete más que el brasileño en casi los mismos minutos (Asensio solo ha jugado 79’ más). El costado derecho del ataque, en cualquier caso, es el que admite más discusión aún (ahí opositan Bale, Hazard, Rodrygo, Vinicius y hasta Isco y Valverde), pero Ancelotti viene demostrando que Asensio es su hombre en las grandes finales: fue titular ante el Atleti en el Bernabéu, en el Clásico de la Supercopa, en Bilbao ante el Athletic en Copa, en París contra el PSG...

Benzema, Asensio, Vinicius y el 4-3-3

Lo que sí que tiene claro Carletto es que no se va a mover del 4-3-3, un sistema que llena de jugadores el campo rival en ataque, pero que también se muestra endeble en defensa, sobre todo con un mediocampo que suma 97 años (Modric tiene 36, Kroos 32 y Casemiro 29). “En algunos momentos he intentando defender con un 4-4-2, como contra el Espanyol, y no ha salido bien. La idea que tengo ahora es muy clara: este equipo tiene que jugar con un 4-3-3, no hay otra manera. Para esta plantilla es el mejor sistema”, explicaba el técnico a mediados de octubre.

En París, antes del duelo contra el PSG, se abría a dar entrada a un cuarto medio (Valverde, por su despliegue y velocidad), pero como un atacante más, sin variar el dibujo. Esa rigidez del italiano favorece al tridente goleador ante el Alavés, que así ya sabe que, si está sano, tendrá su oportunidad en los días grandes.

La eliminación del Real Madrid en Copa ha liberado en buena medida el calendario del Real Madrid, cuya misión ahora es rescatar la eliminatoria de octavos de final de la Champions. Tras el 1-0 de la ida en París, Ancelotti ya sabe que en el Bernabéu, el 9 de marzo, necesitará varios goles para pasar a cuartos (sobre todo, porque sin Mendy ni Casemiro, sancionados, dejar a cero al PSG suena a utopía). Se entregará Carletto al tridente de los 50 goles para seguir soñando con la 14ª.

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