Un revolución para persuadir a Haaland

El fichaje de Süle es el primer paso del ambicioso plan del Borussia Dortmund para convencer al delantero noruego de continuar en el Signal Iduna Park.

Javier Martín
As
Todo para complacer a Erling Haaland. En las oficinas del Signal Iduna Park se avecina uno de los veranos más ambiciosos que se recuerdan para tratar de convencer al noruego de continuar más tiempo en Dortmund, avanza Bild. Para ejemplo, la primera piedra de la revolución que viene: el fichaje ya confirmado de Niklas Süle, que ha levantado ampollas en Múnich. Una rotura de tendencia. Es la primera vez que el Dortmund le 'roba' una pieza clave al eterno rival. "Le echaremos mucho de menos", dijo Manuel Neuer.

El del central internacional alemán, por el que suspiraban Chelsea o Barcelona, resulta un golpe estratégico en toda regla. También en el tablero internacional. El Dortmund rebosa ambición. El siguiente en agitar el panal de Las Abejas será otro caramelo del mercado: Karim Adeyemi. La última perla de la factoría Red Bull está atada por un percio cercano a los 40 millones de euros. Un demonio de Tasmania para suplementar a Haaland después de que el fichaje de Donyell Malen no haya 'roto'. Su feeling con Moukouko, Reyna, Reus o Bellingham promete.

Pero si hay algo subrayado en rojo en la libreta de la dupla de transición de la dirección deportiva Michael Zorc - Sebastian Kehl (el primero dejará el club este verano), es la de taponar la hemorragia defensiva. Ni Hummels, ni Akanji, ni Zagadou cimentan al equipo con seguridad, y ha sido habitual ver a centrocampistas como Witsel o Emre Can ocupando esa demarcación. Así, los goles de Haaland -que ya es decir- son menos eficaces. Por ello, ahí se focalizará el esfuerzo económico. Noussair Mazaroui, que saldrá del Ajax, es el objetivo para el lateral derecho.

A él se suma el prometedor central del Friburgo Nico Schlotterbeck, un 'tallo' de 1,91 m. que supondría un multiusos para Marco Rose: también puede ocupar el lateral izquierdo o el pivote. Eso sí, este último llegaría siempre que se consiga dar salida a Akanji. La guinda la pondría un movimiento con 'sello Dortmund': el de rastrear y seducir a jóvenes talentos con proyección. Como Ismael Gharbi, el centrocampista ofensivo francotunecino de 17 años del PSG que está haciendo las delicias en su filial.

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