El fichaje de Süle es el primer paso del
ambicioso plan del Borussia Dortmund para convencer al delantero noruego
de continuar en el Signal Iduna Park.
El del central internacional alemán, por el que suspiraban
Chelsea o Barcelona, resulta un golpe estratégico en toda regla. También
en el tablero internacional. El Dortmund rebosa ambición. El siguiente en agitar el panal de Las Abejas será otro caramelo del mercado: Karim Adeyemi. La última perla de la factoría Red Bull está atada por un percio cercano a los 40 millones de euros. Un demonio de Tasmania para suplementar a Haaland después de que el fichaje de Donyell Malen no haya 'roto'. Su feeling con Moukouko, Reyna, Reus o Bellingham promete.
Pero
si hay algo subrayado en rojo en la libreta de la dupla de transición
de la dirección deportiva Michael Zorc - Sebastian Kehl (el primero
dejará el club este verano), es la de taponar la hemorragia defensiva.
Ni Hummels, ni Akanji, ni Zagadou cimentan al equipo con seguridad, y
ha sido habitual ver a centrocampistas como Witsel o Emre Can ocupando
esa demarcación. Así, los goles de Haaland -que ya es decir- son menos
eficaces. Por ello, ahí se focalizará el esfuerzo económico. Noussair Mazaroui, que saldrá del Ajax, es el objetivo para el lateral derecho.
A él se suma el prometedor central del Friburgo Nico Schlotterbeck,
un 'tallo' de 1,91 m. que supondría un multiusos para Marco Rose:
también puede ocupar el lateral izquierdo o el pivote. Eso sí, este
último llegaría siempre que se consiga dar salida a Akanji. La
guinda la pondría un movimiento con 'sello Dortmund': el de rastrear y
seducir a jóvenes talentos con proyección. Como Ismael Gharbi, el centrocampista ofensivo francotunecino de 17 años del PSG que está haciendo las delicias en su filial.