Suplentes de varias velocidades

Ancelotti ha definido un once tipo reconocible en el Real Madrid pero el estamento de suplentes no es una categoría de situaciones homogéneas.

Mario de la Riva
As
Al igual que en las películas hay actores principales, secundarios, de reparto y figurantes, en los equipos hay titulares, titularísimos, suplentes de lujo y suplentes casi de relleno. Rangos que a veces tienen fronteras difuminadas y móviles, que hacen difícil catalogar el rol de cada uno. En este Madrid de Ancelotti en el que el once tipo se recita de carrerilla, hay muchos titularísimos, pero el estatus de los suplentes abarca una amplia gama de futbolistas a tenor de los minutos que disfrutan y el rendimiento que ofrecen.

La alineación del Madrid, si ningún imponderable se interpone en los planes de Ancelotti, tiene once fijos indiscutibles: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Nacho; Modric, Casemiro, Kroos; Asensio, Benzema y Vinicius. Solo el puesto de balear se ha prestado durante algún tiempo a debate, pero el mallorquín parece a haberle ganado el pulso a Rodrygo y su partido contra el Granada, con el gol que le dio la victoria al Madrid, le refrenda.

Suplentes 'de primera'

En una primera clasificación en la taxonomía de los suplentes del Real Madrid, Ancelotti cuenta con cuatro futbolistas extremadamente fiables como titulares ocasionales o revulsivos en mitad de un partido. Son Nacho, Lucas Vázquez, Valverde y Rodrygo. Los dos canteranos llevan varias temporadas disputándose el honor de ser el jugador número 12. La polivalencia del defensa es un recurso bien explotado por Ancelotti ante la ausencia de cualquier zaguero o a la hora de recomponer la retaguardia. Sus 1.464 minutos (el undécimo de la plantilla blanca), de hecho, le sitúan como teórico titular. El gallego, aún más. La mala racha de lesiones de Carvajal abre a menudo las puertas de la titularidad al de Curtis, que también goza de oportunidades como extremo.

Valverde empezó como titular indiscutible ante los problemas en el pubis de Kroos, pero ha ido perdiendo protagonismo tras la recuperación del alemán, las lesiones propias y la preferencia de Ancelotti por Camavinga como sustituto natural de Casemiro, una función que con Zidane era tarea del charrúa. Contra el Granada, el uruguayo, que salió en el descanso, fue revulsivo. Finalmente, Rodrygo pugna por hacerse hueco en esta categoría. Lleva más minutos que Asensio (1.339 frente a 1.225), pero le falta consistencia en su juego y su productividad es algo menor. El paulista acredita dos goles y seis asistencias frente a los ocho tantos y un pase clave del artífice de la victoria frente al Granada. Ambos son los baluartes ofensivos a la zaga de Benzema y Vinicius.

De ese partido salen reforzados otros tres futbolistas. El Bernabéu dictó sentencia con Isco y Marcelo, a quienes dedicó una calurosa ovación cuando fueron sustituidos. El capitán es toda una institución en el equipo (el segundo extranjero con más partidos en la historia de la camiseta blanca) y el malagueño, pese a llevar cinco meses sin ser titular, tuvo una notable actuación como falso 9. La grada también indultó a Hazard, recibido con aplausos. Aunque el belga sigue lejos del nivel que se esperaba, ha cuajado buenos partidos en sus últimas apariciones.

En observación y el estamento olvidado

El limbo, o el purgatorio, según quiera verse, tiene sitio para otros tres jugadores. Camavinga cuenta con la confianza de Ancelotti, pero su inexperiencia le lleva a cometer errores de juventud y está todavía lejos del oficio que atesora Casemiro. En los siete partidos de Liga y Champions en los que el francés ha sido titular, Carletto le ha sustituido tres veces en el descanso y otra al cumplirse la hora de partido. A Jovic, pese a su ausencia en el once titular en los dos últimos partidos aun sin Benzema, cabe concederle el beneficio de la duda. Ancelotti ha justificado su decisión en que el serbio no está en óptimas condiciones tras pasar el COVID y en los minutos que disfrutó contra el Granada dejó algún detalle y en los últimos partidos en los que ha participado ha mostrado brotes verdes. Ceballos también está a la expectativa, tras salir con el cambio de año de una lesión de cinco meses. El técnico le ha ido dando minutos en las últimas semanas, pero todavía no le ve en las condiciones ideales y le está costando meterle en el equipo, pese a los elogios que le dedica en sus comparecencias.

En el último estamento hay tres jugadores casi invisibles. Bale sigue sin contar con minutos, pese que ha estado en la convocatoria para los cuatro últimos partidos. El galés no tiene amnistía. El Bernabéu, indulgente con otros jugadores bajo vigilancia, le recibió con una pitada cuando su nombre fue anunciado por megafonía. Vallejo apenas ha disfrutado de 14 minutos residuales desperdigados en tres partidos con el marcador ya resuelto. Mariano, con sus recurrentes problemas físicos, es caso aparte. Hizo un buen partido en Elche en Liga, pero el hispanodominicano lleva siete partidos sin ni siquiera entrar en la convocatoria (sitio siempre ha habido en las actuales listas ampliadas a 23 jugadores) y, en ausencia de Benzema, el tren se le ha escapado. Otro caso parte y más específico, es Lunin, pero, como ya ha dicho Ancelotti en alguna ocasión, el problema del portero ucraniano es, simplemente, que compite por su puesto con el mejor portero del mundo.

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