Man Utd necesita un guerrero como Steve Bruce para ganar feo
HAY UNA RAZÓN por la que la nariz de Steve Bruce parece una réplica viviente de Spaghetti Junction.
Hizo su nombre no solo por poner esa boquilla en peligro defendiendo su área.
Bruce también fue un peligro reconocido en el área penal contraria.
Es cierto que era un experto lanzador de penaltis.
Pero la mayoría de los sorprendentes 51 goles en 414 apariciones con el Manchester United se debieron a las agallas simples y anticuadas de las esquinas.
En 1990-91 golpeó la red 19 veces y fue el máximo goleador de la liga de Old Trafford junto con Brian McClair cuando el United ganó la Recopa de Europa y el equipo de Sir Alex Ferguson se estaba preparando para el futuro dominio de Prem.
Un par de años más tarde, cuando el United ganó títulos consecutivos, golpeó la red siete veces en todas las competiciones.
Compara su historial con el de los actuales centrales del club.
Harry Maguire , capitán como llegó a ser Bruce, lleva seis goles en 133 partidos y un total de 27 en 416 a lo largo de su carrera.
Victor Lindelof suma tres en 183 con el United y apenas nueve en 403 partidos, mientras que Raphael Varane lleva 19 partidos sin marcar desde que fichó el pasado verano procedente del Real Madrid, donde sumó 15 en diez temporadas.
Eric Bailly puede ser una unidad, pero no cuando respalda a sus atacantes en jugadas a balón parado: el marfileño tiene solo un gol en 113 juegos para el United y dos en 186 desde que se convirtió en profesional.
Brucey, ahora instalándose en su último trabajo como jefe a unas pocas millas de la M6 desde Spaghetti Junction en West Brom, solía tener un promedio de seis por temporada.
Algunos podrían decir que el juego ha avanzado desde que jugadores como él y el incondicional de Inglaterra, Terry Butcher, saldrían del campo luciendo como si hubieran aparecido en spaghetti westerns.
Pero la sangre que corría por sus rostros era real.
Y no sugiera a Virgil van Dijk oa su técnico del Liverpool , Jurgen Klopp, que el fútbol de la Ruta Uno debe permanecer en la edad oscura.
El holandés acreditado como el mejor defensa del mundo lleva 15 goles en 160 partidos desde que llegó a Anfield por 75 millones de libras procedente del Southampton y 44 de 421 en total.
VVD no es demasiado orgulloso para tratar de pegar su bonce en una esquina y tal vez romperse la cara en el proceso.
De hecho fue en el cuadro del Everton donde sufrió la lesión del ligamento cruzado de la rodilla gracias a una enloquecida entrada del portero Jordan Pickford que le costó la mayor parte de la temporada pasada.
Sin embargo, United va a Elland Road este domingo sin que uno de sus jugadores anote en 175 tiros de esquina consecutivos, una estadística asombrosa que apunta a una falta total de lo que era Bruce.
Tuvieron diez contra Brighton en la revuelta victoria por 2-0 sobre ellos, diez contra Burnley cuando completaron una racha de tres empates 1-1 consecutivos.
Están en la parte inferior de la tabla de Prem en términos de goles desde las esquinas.
La última vez que un jugador del United se benefició fue Maguire en una derrota por 2-1 ante el Sheffield United en enero de 2020.
En marzo del año pasado vencieron al West Ham por 1-0 en Old Trafford con un gol de esquina, pero eso fue gracias a que Craig Dawson metió el balón en su propia red.
Es más, sólo ha habido un gol a balón parado en toda la temporada.
El verano pasado, Solskjaer se llevó a Eric Ramsey de su trabajo con los menores de 23 años del Chelsea.
El sitio web del club proclamó con orgullo que "tomaría posesión" de las jugadas a balón parado del equipo.
Sin embargo, aunque el Liverpool, por ejemplo, ha marcado diez goles de esquina desde entonces, el trabajo de Ramsey en segundo plano parecería redundante.
O eso, o dado que llegó con una reputación brillante, nadie lo escucha y no solo los defensores centrales.
Los equipos de Ferguson, aunque elogiados por sus habilidades de ataque, a veces tenían problemas para anotar y un cabezazo de Bruce, Gary Pallister, Bryan Robson o Roy Keane a menudo marcaba la diferencia.
Este United, luchando por la credibilidad, podría hacer con uno de ellos en lugar de depender constantemente de Cristiano Ronaldo para superar la línea.
Y cuando no está anotando, como no lo había hecho durante seis juegos seguidos hasta su gran apertura contra Brighton, entonces se agitan aún más.
Ganar feo ciertamente no ha pasado de moda.
Dentro de un equipo donde el Beautiful Game se ha convertido en solo un grato recuerdo, seguramente ayudaría si alguien estuviera preparado para meter la cabeza donde duele para luchar por un ganador.
La fea verdad es que nunca parece suceder.
Tiene que haber una razón para eso, también.
