Lucas y Rodrygo, desaparecidos
Ninguno ha vuelto a ser titular desde el misil de Asensio al Granada. A Lucas, para más inri, también se le ha cerrado la puerta del lateral con el retorno de Carvajal.
Y Rodrygo, su sano competidor, fue parte del once contra el Granada y testigo directo de como Asensio le apretaba la mano en el pulso hasta hacerla temblar, rozar la mesa. El brasileño, presente siempre aunque sea con unos pocos minutos, no ha terminado de afianzarse en el once. De las 25 jornadas de Liga, sólo ha sido titular en siete. Sus números le merman: únicamente lleva dos goles en 31 partidos, anotando uno cada 683'. Sigue atascado en su atolladero particular, esa sensación de que es un futbolista enormemente talentoso, capaz de rendir a un nivel de notable, pero que no termina de dar el salto a un sobresaliente.
Al ser preguntado en rueda de prensa, Carletto siempre emite la misma alegación: "Tienen caracterísitcas diferentes y los usaré en función de lo que demande cada partido". Si bien Marco es más un futbolista para partidos de dominio, toque y disparo lejano; Rodrygo es pura chispa, velocidad y desparpajo. Uno puede meterse más hacia dentro para combinar y otro es asiduo a vivir pegado a la línea de cal. Características diferentes, como dice Ancelotti. Pero hay una cosa que, vistos los últimos acontecimientos, empieza a esclarecerse: en los partidos grandes Asensio lo tendrá más de cara para ser titular. Pura meritocracia.
Lucas Vázquez: problema lateral
Al cullerdense, además de la irrupción de Asensio, se le ha sumado otro 'contratiempo': el retorno de Carvajal. Porque los datos hablan por si solos: Lucas ha jugado 27 partidos esta temporada, de los cuales 21 han sido como lateral derecho y sólo seis, como extremo. Su otra vida, la del perfil defensivo, ya es su habitual. Y con Carvajal ausente por molestias musculares, esa vacante ha sido para él, pero desde que el madrileño ha regreso a la dinámica de grupo, se le ha cerrado la puerta. Lo que le ha mandado a tener que volver a ganarse un puesto como extremo.
Y ahí es donde ha topado no sólo con que Rodrygo está por delante, sino que incluso aún más enfrente aparece Asensio. Como extremo no tiene minutos en Liga desde el 28 de noviembre, cuando el conjunto blanco ganó al Sevilla en el Bernabéu (2-1). De ahí en adelante todo ha sido como lateral y este sábado, contra el Alavés, Ancelotti sólo le dio 3 minutos para sustituir a Carvajal y posicionarse en la zaga.
Para él también supuso un antes y un después aquel 6 de febrero contra el Granada: se lo perdió por una gastroenteritis y desapareció del mapa. En La Cerámica, el siguiente partido, estuvo en el banquillo, quedándose sin minutos en Liga por primera vez desde el derbi (2-0) y contra el PSG... Salió para tener mala suerte. Apareció en la foto de la imparable avería de Mbappé, un gol que obliga al equipo a firmar una remontada de ADN el 9 de marzo en el Bernabéu. Antes del partido del Granada estaba siendo titularísimo: jugó la final de la Supercopa (Carvajal fue positivo en Covid), los 120 minutos en el Martínez Valero, 78' contra el Elche en casa y el trágico partido de San Mamés.
Panorama complicado
Con Ancelotti demostrando que los cambios -y las rotaciones- no son su mayor rutina, entrar en dinámica, tener continuidad e incluso volver a las titularidades se les antoja complicado. Ambos son futbolistas a acostumbrados a trabajar en silencio y esperar oportunidades con humildad. Sin malas caras ni quejas públicas. Les queda ese camino. Trabajar y esperar. Pero de momento, desde que Asensio se inventase aquel torpedo el 6 de febrero ante el Granada, están desaparecidos.