Las dos caras de Brahim
El español ha sido imparable en la primera fase del curso, pero desde que tuvo covid su rendimiento bajó. El Milan le necesita.
Demostró que el dorsal 10 no le vino grande, guiaba prácticamente todas las jugadas ofensivas de los suyos, anotó cuatro goles (ante Sampdoria, Cagliari, Liverpool, Venecia y Spezia) y dos asistencias (ante Liverpool y Cagliari). Su rendimiento superó cualquier expectativa, pero luego llegó el coronavirus a cambiarlo todo.
El malagueño fue sustituido en la media hora final de los dos siguientes compromisos ligueros, ante Sampdoria y Salernitana. El entrenador le aprecia muchísimo, no tiene a una alternativa con sus características, y le defendió públicamente: "No existe un jugador que pueda mantener su condición top durante los nueve meses, lo que le ha pasado es normal. Siempre trabajó mucho y bien para el equipo". El técnico le considera un titular intocable (salió de inicio en 19 partidos sobre los 23 en los que estuvo disponible) y quiere volver a verle brillar cuanto antes. La fase decisiva de la temporada se acerca y el Milan sigue en plena lucha por el scudetto. Con el Brahim que vimos hasta noviembre, soñar sería más fácil.