De pagar la iluminación de Bamako a domar al Bayern, así es Mo Camara

 Mo Camara dio una exhibición ante el gigante bávaro y los más poderosos de Europa ya le tienen en su agenda. Protagoniza otra historia de superación después de perder muy pronto a su madre y a su hermana.

Jorge García
As
Adeyemi se lleva muchos elogios, Sesko capta las miradas, pero por detrás de ellos en el campo hay también otro joven emergente que partido tras partido llama la atención en ese escaparate futbolístico que es el Salzburgo, con el sello Red Bull. Lo de Mo Camara (6-1-2000, Bamako, Mali) ante el Bayern fue una exhibición, otra más, del joven pivote en un partido del máximo nivel. La temporada pasada muchos ya en España pusieron sus ojos en él por aquella actuación descollante ante el Atlético de Madrid. El Salzburgo terminó perdiendo aquel día 3-2, pero Camara, con poco más de 20 años, dejó una impronta inmejorable. Como lo hizo ante todo un Bayern.


Camara pasa por ser un “jugador de tres pulmones” como a él mismo le gusta definir a su ídolo N’Golo Kanté, con quien hay un evidente parecido. Pero no solo. Frente al Bayern dio una clase magistral, precoz eso sí, de dirección, lectura del juego, vigilancias e incluso habilidad. Con un 75 % de acierto en el pase, negoció el partido ante todo un gigante como el Bayern con mucha suficiencia. Vertebró y sostuvo casi él solo a un equipo muy vertical como el Salzburgo y llegó a todos lados. Recorrió 11,08 kilómetros con una velocidad máxima de 29,2 Km/h.

Seis entradas al contrario exitosas, dos interceptaciones, 17 duelos ganados de 22 disputados y hasta salvó un gol cantado. Todo ello aderezado con un brillante 6 de 7 en regates, porque además sabe asegurar la posesión de la pelota muy bien. Camara, nombrado MVP del partido y nominado a jugar de la semana en la Champions, es otro producto de la factoría Red Bull, otro éxito de su red de ojeadores mundial y de su programa de formación. Apunta a un gran traspaso ya, tras dos temporadas de experiencia Champions.

Bajo la tutela de Jaissle, Camara viene creciendo exponencialmente. Es un jugador absolutamente ganador en los duelos. Un futbolista que llega a casi todas partes y que se desenvuelve sin problemas en un ritmo alto. Inicia bien el juego, sale de forma aseada y es capaz de mantener el balón bajo presión, leyendo muy bien o recurriendo al regate. Un futbolista inteligente y muy comprometido.

Vida de superación y ayuda a los más necesitados.

Mo Camara tuvo que enfrentarse muy pronto en su vida al fallecimiento de su madre y su hermana. Su historia es de superación, dentro y fuera del campo. Es una persona tremendamente querida en su Bamako natal y el chico se desvive por los suyos. Cuando firmó hace no mucho su primer contrato profesional invirtió una parte importante de su salario en donar sistemas de paneles solares para que su ciudad tuviera iluminación, que su gente pudiera pasearse por la ciudad con seguridad después del atardecer. Pero su altruismo no se detiene solamente en su país. También colaboró con Alemania para paliar los efectos de las inundaciones el año pasado. Pese a jugar en Austria, Mo Camara también realizó una donación a las autoridades alemanas. "Soy un musulmán devoto. Mi religión nos enseña que uno siempre debe ayudar a las personas necesitadas. No importa qué religión tengan o de dónde vengan", explica. Es lo que quiere transmirle a su hijo Abdoul. Camara se casó el verano pasado con su pareja Binta y mantiene una vida enfocada, se lo toma toda, incluso la Champions, como la mayor naturalidad. "Para mí no hay diferencia entre un partido de la Liga de Campeones y un partido de liga. Lucho y quiero ganar todos los partidos, sin importar quién sea el oponente", afirmó en Goal.

Mo Camara se ha convertido en un mediocentro del mayor despliegue posible, pero empezó como defensa central. De hecho, casi ha acabado de pivote por casualidad. Siendo juvenil se desplazó a jugar son su selección, pero esta se vio privada de unos de sus centrocampistas. Camara se presentó voluntario para el puesto y lo hizo tan bien que desde ese día ya no volvió a jugar como defensa. "En el campo me describiría como valiente. Es mi responsabilidad liderar al equipo, así que también tengo que animar a mis compañeros. También me gusta eso. Estoy tranquilo fuera del campo, eso es cierto", afirma el joven que no tiene dudas en señalar, por esas características, a Gerrard y a N’Golo Kanté como sus ídolos.

Buen amigo de Dayot Upamecano y de Amadou Haidara, Camara se sienta en el vestuario junto al capitán Ulmer y a Aaronson. Se siente muy orgulloso del peso que tiene Mali en el Salzburgo. El club se ha especializado en captar los mejores talentos en tierras africanas y hasta cuatro compatriotas comparten vestuario con Mo Camara. “Malí está bien representado en Salzburgo. Somos jugadores valientes, mentalmente fuertes y también trabajadores serios”, sentencia. En 2020 renovó su contrato hasta 2025 y su valor de mercado, jugando en Austria, es ya de 23 millones. Hay varios muy atentos…


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