César Azpilicueta, el gran simulador: la jugada maestra que ayudó a Chelsea a ganar el Mundial de Clubes contra Palmeiras
El capitán del club inglés fue clave en la definición del partido
¿Qué pasó? En el último suspiro del partido, Luan, defensor de Palmeiras, tocó la pelota con la mano en el área, en un intento de bloquear un remate de Azpilicueta. En primera instancia el árbitro Chris Beath (Australia) dudó, pero fue a chequear la acción en el VAR y sancionó el penal. Desde ese momento Azpilicueta se disfrazó de gran simulador.
Se trataba del momento más tenso del partido, con el equipo inglés teniendo un penal en su favor en la prórroga, después de 117 minutos sin ser capaces de superar a Palmeiras. Tras la sanción final del árbitro, se generó una gran polémica, pero Azpilicueta fue directo a tomar la pelota. De inmediato lo rodearon varios futbolistas brasileños para tratar de desconcentrarlo y ponerlo tenso antes de la ejecución, pensando que sería él el encargado del remate por el simple hecho de haber tomado rápido el balón. Pero luego de varios minutos de acalorados intentos de desestabilización, el jugador surgido en Osasuna le cedió la pelota a su compañero Kai Havertz, que había sido testigo de las discusiones en un segundo plano y sin presión, detrás del conflicto. El alemán tomó la pelota, la acomodó y ejecutó con máxima precisión. Así, Chelsea tomó la definitiva delantera para ganar el trofeo en Abu Dhabi.
“Fue una táctica porque ya sabía cómo eran los jugadores del Palmeiras. Sabía que irían por el lanzador del penal y por eso tomé el balón. Kai sabía que iba a ser él así que quise quitarle presión. Era un momento decisivo y Kai es de los mejores lanzadores de penales. Esperé y escuché todo lo que me dijeron los rivales y funcionó, que es lo más importante”, explicó el defensor de Chelsea sobre su gran actuación que terminaría ayudando al zurdo Havertz a rematar sin haber sido atosigado por los brasileños.
Azpilicueta demostró, en una acción tan valiosa, por qué hizo méritos para ser el capitán de un poderoso equipo inglés como Chelsea. Tuvo una lucidez extraordinaria para actuar con frialdad en un momento de extrema responsabilidad y, así, quitó los ojos de todo el mundo en el jugador que finalmente sería el ejecutor. El español de 32 años celebró el título con mucha emoción y fue reconocido por el DT Thomas Tuchel y todos sus compañeros.
“A la hora del penal yo no parecía nervioso, pero con seguridad lo estaba, no puedes estar sin nervios en un momento como ese. Tuvimos un buen récord de remates en los 90 minutos y ganamos dentro de los 120 minutos. Sufrimos, pero fuimos justos campeones”, expresó el alemán Tuchel, que tiene en Azpilicueta a un capitán para confiar.