Auba sube al tren de Gavi y Pedri
El gabonés firma un ha-trick después de que el acta arbitral rectificara y le diera al tento que en un principio fue para Pedri. El otro lo marcó Frankie de Jong.
Un partido en Mestalla entre el Valencia y el Barça es lo más parecido a la caja de bombones de Forrest Gump: nunca sabes lo que te vas a encontrar. De nuevo, ambos equipos que están unidos por tener la vida social más apasionante de LaLiga y que muchas veces dan más juego entre semana que el día de partido, no defraudaron a las expectativas, que venían marcadas por el debate del estilo. Ni caso. Cosas de cronistas. Cuando Valencia y Barça salen a Mestalla el partido tiene números de ser divertido. Lo fue.
En el Barça Xavi dio descanso a Pedri, que acabó siendo el dueño del partido, y mantuvo a Frenkie de Jong, mientras que Dembélé parece haber conquistado de nuevo la titularidad en una línea atacante que nada tiene que ver con la de la primera parte del campeonato. Torres, Aubameyang y Dembélé, con todos los respetos, nos son Memphis, Braithwaite y Demir.
La catástrofe alemana en la portería blaugrana tuvo su compensación en un afinadísimo Aubameyang, que ya avisó a los 19 minutos y que demostró sus mejores virtudes (ir al espacio) con dos goles en el 23' y en el 37'. En ambos, rozó el fuera de juego, pero en esa primera parte todo le iba rodado a los barcelonistas. Entre los dos goles del nuevo delantero culé, al que Mestalla se le da de cine porque ya había marcado un triplete con el Arsenal, se unió Frenkie de Jong a pase de Dembélé.
En condiciones normales, un 0-3 a favor del Barça hubiera sido el archivo del partido, pero este Barça ya vivió lo mismo en Vigo, donde ya dejó escapar esta ventaja.
De salida, Eric tuvo que dejar su puesto a Mingueza al notar molestias, mientras que Bordalás ganaba colmillo con Maxi: ingrediente fabuloso para animar partidos vibrantes.
Y como que con estos protagonistas y ese escenario el lema es por norma, “lo que sucederá, no les dejará indiferentes”, el Valencia acortó distancias con un gol de Carlos Soler de cabeza que, de nuevo, podría apuntarse al casillero de Ter Stegen. Como no podía cambiar al portero, Xavi trató de retomar el control del juego dando entrada a Pedri por De Jong, al que los escenarios afilados le incomodan. Y el duelo no estaba para remilgos, estaba para gente como Pedri, que a la primera que pudo miró a portería y sorprendió a Mamardashvili, que en un noble gesto de compañero no quiso dejar solo al alemán, que ya no pasó más apuros hasta el final de un partido en el que Aubameyang se sumó a la causa.