Un hombre armado tomó rehenes en una sinagoga en Texas, Estados Unidos
Uno de los rehenes fue liberado sin lesiones. El FBI negocia con el secuestrador, que pide la excarcelación de su hermana, una terrorista pakistaní conocida como Lady Al Qaeda
Tras varias horas de negociación uno de los rehenes fue liberado en buen estado de salud. Las autoridades aun desconocen cuántas personas permanecen dentro del recinto.
Poco después de las 17:00 horas locales (23:00 GMT), “un rehén de género masculino fue liberado sin presentar heridas”, y se esperaba que se reuniera con su familia “lo antes posible”, informó en un comunicado el Departamento de Policía de Colleyville, una ciudad situada a 43 kilómetros (27 millas) al noroeste de Dallas.
Más temprano, la policía de Colleyville, a través de su cuenta de Twitter, informó que estaba llevando adelante una operación con el equipo SWAT al 6100 de la calle Pleasant Run, y agregó: “Todos los residentes del área inmediata están siendo evacuados. Por favor, evite la zona”. Colleyville se encuentra unos 40 kilómetros al oeste de Dallas.
El hombre que tomó los rehenes dice ser hermano de una terrorista convicta. Citando a un alto funcionario, ABC reportó que la convicta sería Aafia Siddiqui, una mujer apodada “Lady Al Qaeda” por los diarios estadounidenses. El secuestrador exigía que su hermana fuera liberada de la cárcel.
Siddiqui está recluida en la prisión del Centro Médico Federal (FMC) en Fort Worth, Texas.
Ex cientifica pakistaní, fue sentenciada por una corte de Nueva York en 2010 a 86 años de prisión por intento de asesinato de oficiales estadounidenses en Afganistán. Su caso provocó indignación en Pakistán.
Un agente familiarizado con la investigación le dijo a CNN que se cree que hay al menos cuatro rehenes, incluido un rabino.
El FBI y el Departamento de Seguridad Pública de Texas también están colaborando con la situación de rehenes, según informó a CNN la sargento de policía de Colleyville, Dara Nelson, quien aseguró que, por el momento, no hay personas heridas.
“Los negociadores del FBI son los que tienen contacto con la persona en el edificio”, dijo Nelson. No hay “ninguna amenaza para el público en general” en este momento, agregó.
La periodista Jessika Harkay, en el lugar de los hechos, relató en Twitter que durante varios minutos quedó encendida una transmisión en vivo del servicio religioso, donde se oyeron frases del secuestrador pero sin mostrar imágenes de lo que ocurría.
“Pon a mi hermana al teléfono”, se escucha en el audio del streaming por Facebook. “No me lloren, joder. Tengo 6 hermosos niños... Hay rehenes en la sinagoga que van a morir... ¿Por qué lloras?”.
Y continúa: “Voy a morir, ¿me estás escuchando?... Voy a morir haciendo esto, ¿de acuerdo? ¿Me estás escuchando? Me voy a morir. No llores por mí”.
También se escucha que dice: “Algo anda mal en Estados Unidos”.
Poco antes de las 2:00 de la tarde, el hombre dice: “Ustedes deben hacer algo. No quiero ver a este tipo muerto”. Momentos después, la transmisión terminó.
El presidente Joe Biden fue informado sobre el desarrollo de la situación en una sinagoga de Texas y los principales miembros de su equipo de seguridad nacional están en contacto con los líderes federales encargados de hacer cumplir la ley, según un tuit de la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
En un tuit publicado el sábado por la noche, el gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo que está siguiendo de cerca la situación en Colleyville.
“El Departamento de Seguridad Pública de Texas está en la escena de la tensa situación de rehenes en Colleyville, Texas. Están trabajando con equipos locales y federales para lograr el mejor y más seguro resultado”, tuiteó el gobernador.
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, dijo que su gobierno está “supervisando de cerca” la situación. “Rezamos por la seguridad de los rehenes y rescatistas”, tuiteó.
El cónsul de Israel en Houston se dirigía al lugar, tuiteó el ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid. El congresista del estado de Texas Colin Allred envió un mensaje de apoyo diciendo que “oraba por los congregantes en Colleyville”.
“Nadie debería temer que algo así pueda ocurrir en su lugar de culto”, tuiteó.