Rusia mueve suministros de sangre cerca de Ucrania y aumenta la preocupación de EEUU por una posible invasión
La acumulación de materiales médicos, que le permitiría tratar a las víctimas, es otro indicador clave de la preparación militar de Moscú
Los funcionarios estadounidenses actuales y anteriores dicen que los indicadores concretos, como los suministros de sangre, son fundamentales para determinar si Moscú estaría preparado para llevar a cabo una invasión, si el presidente ruso, Vladimir Putin, decidiera hacerlo.
La divulgación de los suministros de sangre por parte de funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato, agrega otra pieza de contexto a las crecientes advertencias de Estados Unidos de que Rusia podría estar preparándose para una nueva invasión de Ucrania mientras concentra más de 100.000 soldados cerca de sus fronteras.
Estas advertencias han incluido la predicción del presidente Joe Biden de que era probable un ataque ruso y los comentarios del secretario de Estado de los EEUU, Antony Blinken, de que Rusia podría lanzar un nuevo ataque contra Ucrania con “muy poco tiempo”.
El Pentágono reconoció previamente el despliegue de “apoyo médico” como parte de la preparación de Rusia. Pero la divulgación de los suministros de sangre agrega un nivel de detalle que, según los expertos, es fundamental para determinar la preparación militar rusa.
“No garantiza que habrá otro ataque, pero no ejecutarías otro ataque a menos que lo tengas a mano”, dijo Ben Hodges, un teniente general estadounidense retirado que ahora trabaja en el instituto de investigación del Centro para el Análisis de Políticas Europeas.
Los tres funcionarios estadounidenses que hablaron sobre los suministros de sangre se negaron a decir específicamente cuándo Estados Unidos detectó su movimiento hacia formaciones cerca de Ucrania. Sin embargo, dos de ellos dijeron que fue en las últimas semanas.
Los funcionarios rusos han negado repetidamente la intención de invadir. Pero Moscú dice que se siente amenazado por los crecientes lazos de Kiev con Occidente. Hace ocho años se apoderó de Crimea y respaldó a las fuerzas separatistas que tomaron el control de gran parte del este de Ucrania.
Las demandas de seguridad de Rusia, presentadas en diciembre, incluyen el fin de una mayor ampliación de la OTAN, prohibiendo que Ucrania se una y retire las fuerzas y el armamento de la alianza de los países de Europa del Este que se unieron después de la Guerra Fría.
Putin dijo el viernes que Estados Unidos y la OTAN no habían abordado las principales demandas de seguridad de Rusia en su enfrentamiento sobre Ucrania, pero que Moscú estaba dispuesto a seguir hablando.
Biden ha dicho que no enviará tropas estadounidenses o aliadas para luchar contra Rusia en Ucrania, pero le dijo al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy en una llamada telefónica el jueves que Washington y sus aliados están listos para responder de manera decisiva si Rusia invade el ex estado soviético, dijo la Casa Blanca.
Estados Unidos y sus aliados han dicho que Rusia enfrentará duras sanciones económicas si ataca a Ucrania. Los países occidentales ya han impuesto repetidas rondas de sanciones económicas desde que las tropas rusas tomaron y anexaron la península ucraniana de Crimea en 2014.
Pero tales movimientos han tenido poco impacto en la política rusa, con Moscú, el principal proveedor de energía de Europa, calculando que Occidente no daría pasos lo suficientemente serios como para interferir con las exportaciones de gas.