Rusia exige retirada de las fuerzas extranjeras de Bulgaria y Rumanía
Según el Ministerio de Exteriores las propuestas rusas "fueron formuladas de un modo totalmente preciso que no admite ningún tipo de doble interpretación".
En los últimos años, Rusia ha acusado a la OTAN de incrementar su presencia militar y el despliegue de armamento cerca de sus fronteras, desde los tres países bálticos -Lituania, Letonia y Estonia- hasta Polonia, Rumanía y Bulgaria, elementos estratégicos que Moscú considera una amenaza directa para su seguridad.
En particular Rusia ha condenado el emplazamiento de elementos estratégicos del escudo antimisiles de la OTAN en Rumanía, ya que estos pueden ser remodelados fácilmente para ser usados como lanzaderas de misiles.
Moscú divulgó en diciembre pasado los borradores del tratado y el acuerdo que propone a EEUU y la OTAN, respectivamente, para abrir una nueva era de seguridad que ponga fin a la inestabilidad que trajo, según el Kremlin, el fin de la Guerra Fría y la hegemonía en solitario de Washington sobre el globo.
Con respecto a EEUU, Moscú propuso la firma de un nuevo tratado que excluya el emplazamiento de armamento nuclear fuera de las fronteras de ambos países y el retorno a sus silos de las armas ya desplegadas antes de la entrada en vigor del documento vinculante que propone.
En una propuesta sin precedentes, ambas partes también se comprometerían a la destrucción de la infraestructura ya existente para ello en el extranjero, además de dejar de efectuar ensayos nucleares e instruir a especialistas civiles y militares de otros países.
Rusia propuso a su vez a la OTAN un acuerdo de nueve puntos en el que destacan las demandas de que el bloque desista de "toda actividad militar" en territorio de Ucrania y de varios países de Europa Oriental, el Cáucaso y Asia Central.
El tratado con Washington también le obligaría a descartar una futura expansión de la OTAN hacia el este renunciando a aceptar en el seno de la Alianza a todas las antiguas repúblicas soviéticas.
Las propuestas rusas fueron calificadas de ultimátum por Occidente que, sin embargo, ha defendido la posibilidad del diálogo diplomático para rebajar las tensiones en la frontera con Ucrania ante la amenaza de una invasión rusa.