Rusia aseguró que no pretende atacar Ucrania pero advirtió a EEUU que no “subestime” las posibilidades de un conflicto

Lo dijo el negociador de Moscú en las conversaciones de Ginebra, Sergei Ryabkov, quien aclaró que la situación no era “desesperada”

Después de horas de conversaciones con su homóloga estadounidense, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, instó a Washington a no “subestimar” los riesgos de una confrontación, pero también dijo que la situación no era “desesperada”.

El encuentro de alto nivel del domingo y hoy marcan el inicio de un maratón diplomático que durará toda la semana, durante el cual Rusia se reunirá con la OTAN y también con la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

Por su parte, la subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Wendy Sherman, dijo que habló con Rusia sobre medidas recíprocas para reducir la escalada de misiles y ejercicios, pero renovó las advertencias de los principales costos si Moscú invadiera Ucrania.

“Se nos ocurrieron una serie de ideas en las que nuestros dos países podrían tomar medidas recíprocas que redundarían en nuestro interés por la seguridad y mejorarían la estabilidad estratégica”, dijo Sherman a los periodistas después de conversar en Ginebra con Sergei Ryabkov.

Sherman dijo que ofreció más conversaciones en mayor detalle sobre la colocación de misiles, luego de los pedidos de Rusia de garantías de seguridad mientras acumula tropas a lo largo de la frontera con Ucrania.

Imagen satelital que muetsra del despliegue de tropas rusas en Yelnya (REUTERS)
Imagen satelital que muetsra del despliegue de tropas rusas en Yelnya (REUTERS)

Pero aclaró que descartó un llamamiento ruso de garantías de que Ucrania no se unirá a la OTAN.

“Sin embargo, somos firmes en rechazar propuestas de seguridad que simplemente no son innovadoras en Estados Unidos. No permitiremos que nadie cierre la política de puertas abiertas de la OTAN”.

Renovó un llamamiento a Rusia para que devuelva a sus cuarteles a sus aproximadamente 100.000 soldados o para aclarar su propósito. Si Rusia invade, “habrá costos y consecuencias significativos, mucho más allá de lo que enfrentaron en 2014″, cuando Moscú tomó la península de Crimea y respaldó una insurgencia en el este de Ucrania, dijo.

“La conversación fue difícil, no podía ser fácil”, declaró Riabkov sobre sus conversaciones con EEUU el domingo. Calificó las conversaciones con Sherman, que se extendieron por dos horas, como “formales”.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, consideró por su parte en la cadena CNN que “hay un camino de diálogo y diplomacia para tratar de resolver algunas de estas diferencias y evitar una confrontación”.

“El otro camino es la confrontación y las consecuencias masivas para Rusia si renueva su agresión contra Ucrania”, advirtió.

Antony Blinken  (REUTERS)
Antony Blinken (REUTERS)

En esta serie de encuentros, Estados Unidos quiere asegurar a sus aliados europeos que no quedarán de lado en las conversaciones.

En junio, el mandatario ruso, Vladimir Putin, se reunió con el presidente estadounidense, Joe Biden, en Ginebra y acordaron establecer un diálogo regular encabezado por Sherman y Riabkov.

Putin, que ha hablado en dos ocasiones con su homólogo estadounidense desde que estalló esta crisis, avisó que la imposición de nuevas sanciones sería un “error colosal” y amenazó con una respuesta “militar y técnica” y sus rivales se empeñan en “mantener [esa] línea, muy claramente agresiva”.

El mandatario ruso pidió -y lo consiguió- ampliar el diálogo a varias de sus exigencias, pese a que Occidente las considere “líneas rojas”.

Según el Kremlin, los países occidentales están provocando a Rusia al desplegar tropas a sus puertas o al armar a los militares ucranianos que combaten contra los separatistas prorrusos en el Donbás, en el este de Ucrania.

En este sentido, Putin reclama un gran tratado que excluya la posibilidad de que Ucrania entre en la OTAN y que prevea la retirada de los soldados estadounidenses de los países más orientales de la Alianza atlántica.

Sin embargo, los estadounidenses aseguran que no están dispuestos a reducir sus efectivos ni en Polonia ni en los países bálticos, y además han amenazado con reforzarlos si Rusia pasa a la ofensiva.

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