Raquítico en los laterales

Xavi sólo cuenta con Jordi Alba y Alves porque no cree en Dest y Balde; y espera refuerzos para el futuro: Gayá, Mazraoui, Tagliafico y el veterano Azpilicueta.

Juan Jiménez
As
Desequilibradísimo, el Barça 2021-22 está muy cojo en los laterales donde, a día de hoy, Xavi sólo cree en Daniel Alves, con 38 años, y Jordi Alba, que va camino de los 33 y ya ha tenido que jugar 23 partidos esta temporada porque no tiene relevo. El club trabajará hasta el 31 de enero para reforzarse en ese puesto si la masa salarial se lo permite. Noussair Mazraoui y Nicolás Tagliafico son, a corto plazo, los objetivos para intentar atenuar un problema que viene de lejos, y que esta temporada se ha radicalizado hasta el punto de que, por sus dudas con Dest, Xavi ha utilizado a Araújo o Eric Garcia en el lateral derecho con los efectos negativos que podrían esperarse.

El problema de los laterales viene de lejos en el Barça y tiene diferente naturaleza según la banda. En la derecha, Alves dejó un agujero enorme. El mejor lateral de la historia del club se marchó de súbito en el verano de 2016 acusando a Bartomeu de no cumplir sus promesas. El Barça fichó a Nelson Semedo, procedente del Benfica, y empezó a utilizar también en esa posición a Sergi Roberto. Aunque ninguno de los dos tuvieron un mal rendimiento en general, la huella de Alves, que rozó la excelencia en sus años de azulgrana, siempre les convirtió en laterales bajo sospecha. El curso pasado, el Barça vendió a Semedo al Wolverhampton para maquillar sus números y fichó a Sergiño Dest por expreso deseo de Ronald Koeman. Dest sigue siendo un lateral con buen cartel en Europa, pero a Xavi no le ha gustado lo que ha visto del neerlandés con pasaporte estadounidense. Considera que tiene problemas en el entendimiento del juego. El regreso de Alves, con 38 años, ha cerrado un círculo diabólico porque, pese a su pasión y su fe competitiva, esu fichaje es una anomalía.

En la izquierda, el problema llegó con el tiempo. Jordi Alba dio un rendimiento altísimo durante muchas temporadas. Llegó, exuberante, después de la Eurocopa de 2012; y después de la marcha de Alves se convirtió en el mejor socio de Messi, que abandonó la derecha, donde se entendía con el brasileño, para ir centrando su posición hasta convertir en marca de la casa esa acción en la que proyectaba a Alba en ataque y corría hacia el área a recibir el centro del de L'Hospitalet. Alba, renovado hasta 2024 en su día por Bartomeu con presiones incluso de Messi, lo ha querido jugar todo siempre. Eso ha engullido a la competencia. Jugadores de nivel como Lucas Digne tuvieron que marcharse a la Premier y siguen siendo muy cotizados. Vinieron otros como Júnior que no jugaron nada y también se fueron por la puerta de atrás a Inglaterra. Y canteranos como Cucurella o Miranda tuvieron que buscarse la vida lejos del Barça. Este año, directamente, casi no hay suplente, poque Xavi no cuenta con oto canterano, Alejandro Balde, aún por cuajar y con gran proyección ofensiva pero más problemas defensivos.

El Barça está obligado a afrontar el relevo. En el lateral derecho, Mazraoui suena como fichaje de futuro y Azpilicueta, a sus 32 años, será un comodín si es que acaba cerrando su compromiso con el club azulgrana por dos temporadas. El relevo en la izquierda es más difícil. Mateu Alemany está empeñado en fichar a Gayá, pero firme a quien firme, no es fácil que Alba deje el Barça le próxima temporada, porque aún le quedarán dos años de contrato. Y habrá que ver cómo gestiona Xavi esa pelea de gallos. El club, no obstante, cree que ya es el momento de afrontar ese paso. Hace años que Alba sufre demasiado en partidos de máximo nivel que le exigen correr hacia atrás (Liverpool, final de Copa ante el Valencia en 2019, Bilbao tres años después..,). El jugador dice sentirse señalado desde hace años, pero de momento nadie le ha movido de ahí. Mientras tanto, le queda sobrevivir hasta junio si es que no consigue refuerzos. Mazraoui y Tagliafico están en cartera para ya.

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