Paraguay - Uruguay: en el estreno del ciclo de Diego Alonso, la Celeste logró un triunfo que ilusiona con Qatar
Con gol de Luis Suárez superó 1-0 al equipo de Barros Schelotto en Asunción y se reposiciona para lograr una plaza directa para el Mundial
El inicio del ciclo Alonso no resultó un cambio profundo en Uruguay. Apenas un maquillaje, entre las dificultades que debió sortear en el recorrido de preparación y las bajas de última hora de Lucas Torreira y de Diego Rossi, por Covid-19; antes, la ausencia obligada del arquero Fernando Muslera, por lesión de ligamentos de la rodilla izquierda sufrida en diciembre, ya significaba un contratiempo. El seleccionador debutante mantuvo la capitanía para Diego Godín y la presencia del goleador Luis Suárez en el eje del ataque; José María Giménez en la zaga, un nombre repetido, como en los días del Maestro Tabárez, al igual que el tridente que componen Vecino-Bentancur y Valverde en la zona de gestación. Las sorpresas fueron la aparición del volante juvenil Facundo Pellistri (20 años), el lateral Mathías Olivera y el arquero Sergio Rochet –para todos fue el estreno con la Celeste- y la posición de Ronald Araujo –zaguero central de Barcelona- en el lateral derecho.
Uruguay fue protagonista en el primer tiempo y a partir de las jugadas de pelota parada descubrió las mejores situaciones para convertir. El juego aéreo sigue siendo una fórmula atractiva y Alonso la explotó: Godín, de cabeza, fue receptor de la excelente pegada de Valverde, que lanzó desde los dos costados; el capitán estrelló un balón en el poste izquierdo de Antony Silva, que luego capturó la pelota en el rebote que no conectaron con justeza Araujo ni Vecino; el guardavalla, minutos antes había observado cómo el mismo palo devolvía un remate de Suárez.
Ese dominio que Uruguay ejerció en el área empezó a generarlo después del cuarto de hora del primer tiempo. Hasta entonces, Paraguay se enseñaba mejor conectado y con Miguel Almirón desbordando por la izquierda a Araujo, que sufría la velocidad del guaraní tanto como la posición poco habitual en el campo. Matías Rojas, con un remate de media distancia, abrió el fuego, y un cabezazo de Carlos González –tras un envío desde la izquierda de Santiago Arzamendia- lo mejor que ofreció el seleccionado que conduce Guillermo Barros Schelotto en el primer capítulo. Las fallas en la salida desde el fondo que exhibieron los charrúas provocaban ilusión en el público, que completó en un 70 por ciento el estadio la Nueva Olla, de Asunción.
La mejoría que Uruguay evidenció en el recorrido del juego se tradujo en el marcador en el comienzo del segundo tiempo. En el retroceso de una acción de pelota parada, Godín habilitó a Suárez, que intentó controlar de derecha y con repentización sacó un latigazo de zurda; el remate cruzado resultó inalcanzable para Silva. Con el festejo –los paraguayos insinuaron una protesta, aunque el capitán Gustavo Gómez habilitaba al delantero de Atlético de Madrid- el artillero acumula 26 goles en eliminatorias.
Lo mejor del partido
La reacción que debía ofrecer Paraguay nunca llegó. La derrota prácticamente elimina a los guaraníes de la cita de Qatar –las posibilidades son más matemáticas que reales, porque anímicamente y futbolísticamente el equipo no contagia-, pero el pulso del juego lo siguió marcando la Celeste, que se oxigenaba en la tabla de posiciones con la victoria y desde el banco de los suplentes el seleccionador Alonso renovaba el equipo con modificaciones. Edinson Cavani, Agustín Canobbio, Damián Suárez, Martín Cáceres y Mauro Arambarri, las alternativas que dosificó Uruguay en las ventanas de cambios para sostener un éxito que le renueva las esperanzas, esas que se habían apagado en 2021, después de cosechar cuatro derrotas –dos con Argentina; Brasil y Bolivia- y un empate, con Colombia.
Con tres partidos por delante para el final de las eliminatorias, Uruguay descubrió que tiene la fortaleza y el espíritu intacto. Para completar la fecha en puestos de clasificación directa, necesitaría que Colombia y Perú empaten en el duelo que sostendrán en Barranquilla.