Otro revés para Haaland
El vigente campeón de la Copa alemana cayó ante el mítico Sankt Pauli, que ahora milita en la Segunda División germana.
Ocurrió como tantas veces en la Pokal. Saltó al césped el Borussia Dortmund con la confianza que significa ser un primera división y enfrentarse a un segunda. No tardó en pasarle factura a los de Rose. Los hamburgueses fueron con todo, lucharon cada balón y, merecidamente, se pusieron por delante en el marcador a los cuatro minutos de partido gracias a Amenyido. Tuvo Reus el empate en sus botas, pero no castigó el BVB y, a falta de cinco minutos para el descanso, un tanto en propia de Witsel puso demasiado cuesta arriba el choque para el Borussia. Haaland no daba crédito.
Tuvo que reaccionar el Dortmund y lo hizo gracias a una mano de Medic que, gracias al VAR, supuso penalti para los de negriamarillos. Fue Haalaand el que tomó la responsabilidad de ejecutar la pena máxima, recortando diferencias y poniendo el primer granito de arena a la hora de evitar el bochorno que supondría caer en la Pokal ante un segunda. Eso sí, el Sankt Pauli no dio síntomas de rival inferior y siguió asediando a un BVB que, evidentemente, no estaba acostumbrado a este tipo de partido. A pesar de estar por delante, el Sankt Pauli no dejó de apretar. De sufrir. De resistir. Hasta que sonó el pitido final y consiguió una de esas grandes, tan alabadas gestas coperas. La Pokal mola.