Novak Djokovic: tras ser deportado de Australia visitó un monasterio de religión ortodoxa y ahora Francia le abre las puertas de Roland Garros
El país europeo redujo las restricciones y el N° 1, aún sin vacunarse, podría competir en París
En un mensaje publicado en Twitter, Roxana Maracineanu, Ministra de Deportes, había comunicado que los deportistas no estarían exentos de la aplicación de la vacuna. De todos modos, el serbio aún podrá defender su título en París en la primavera europea aunque no esté vacunado. El nuevo pasaporte de vacunación francés lo podrán tener aquellos que se han recuperado de Covid-19 por no más de seis meses (Nole comunicó que se contagió a mediados de diciembre, entonces podrá circular libremente en Francia al menos hasta mediados de junio).
Este nuevo escenario es el que se desprende de la nueva legislación francesa, aprobada por el parlamento, con luz verde del Consejo Constitucional. De hecho, desde esta semana para acceder a las instalaciones deportivas en Francia, incluso los deportistas profesionales, tendrán que mostrar un “pase verde”. Será necesario, por tanto, estar vacunado contra el coronavirus o con el alta médica de más de once días desde la positividad y menos de seis meses.
El torneo parisino comenzará el 22 de mayo y terminará el 5 de junio. De esta manera, con un certificado de recuperación, el balcánico podrá beneficiarse del mismo tratamiento que un vacunado. Excepto por disposiciones específicas que el ejecutivo podría aprobar en los decretos de implementación, quizás también “por razones ejemplares o políticas”, Djokovic no tendrá problemas en actuar en la próxima edición de Roland Garros.
Tras ser deportado de Australia y regresar a Serbia, Nole visitó el monasterio de Ostrog, en Montenegro. Luego de permanecer en silencio después de su retorno a Belgrado desde Melbourne, el tenista decidió visitar una sede importante para la religión ortodoxa.
Diarios de Belgrado publicaron fotos de Nole, ídolo en Serbia y otros países de la región, con el metropolitano ortodoxo de Montenegro, Joanikije, quien le deseó, según los reportes, volver a jugar cuanto antes para reanudar su actividad deportiva.
Los medios agregaron que Joanikije, representante de la Iglesia ortodoxa serbia en Montenegro, elogió a Djokovic por honrar a su pueblo y a su país y le regaló una imagen de San Basilio, a quien está dedicado el Monasterio de Ostrog, para que el santo pueda cuidarlo en sus próximos compromisos.
Por otra parte, Djokovic fue invitado a jugar el ATP 500 de Rotterdam, programado desde el 7 al 13 de febrero (durante la misma semana del ATP 250 de Buenos Aires). El director del certamen, Richard Krajicek, explicó: “Novak no rompería ninguna regla si viniera aquí por lo que sería bienvenido. Mi opinión es que todos tienen derecho a no vacunarse”.