No hay Bundesliga con este Bayern
Un día después de ver al Borussia Dortmund por el retrovisor, a tres puntos tras su victoria por 2-3 frente al Hoffenheim, los de Nagelsmann restablecieron la diferencia de seis puntos.
Hay pegada de sobra en el Bayern. Y tardó apenas dos minutos en ponerlo a prueba (el últimamente soberbio) Tolisso. El VAR consideró que la rodilla del francés estaba en posición antirreglamentaria, pero a los de rojo ni siquiera les importó. No protestaron. Iban a lo suyo. Y, tras incontables ocasiones a raíz del vendaval ofensivo que no paran de ofrecer, terminaron auto-recompensándose. Tolisso, esta vez en posición legal, materializó un centro de Coman. Müller, omnipresente e indetectable como siempre, puso la sentencia antes del pase por vestuarios. La bestia ya jugaba con su presa.
Pero este Bayern, además de su pegada, también se caracteriza por su insaciabilidad. Siempre va a por más. Y en la capital no fue diferente. Construyendo sobre una línea de tres atrás y con Kimmich de vuelta en la sala de máquinas, el rodillo alemán atacaba con un total de cinco delanteros: Gnabry y Coman por los costados, Sané y Müller por dentro, Lewandowski en punta. Demasiada leña para los de Korkut. Sané estableció la goleada tras un error de Schwolow, Gnabry el póker y Ekkelenkamp, al menos, maquilló un resultado que hubiera terminado en manita si el VAR no anula el quinto a Sané. La Bundesliga se le queda chica al Bayern.