Murió el Bocha Flores, un campeón del mundo, gloria de lo mejor de la historia de Estudiantes
Fue uno de los artífices de la leyenda del club de la Plata; tenía 77 años
La dolorosa noticia sobre el fallecimiento del histórico jugador de Estudiantes fue confirmada por el club de La Plata en sus redes sociales. Eduardo Raúl Flores, símbolo de la etapa gloriosa, con Osvaldo Zubeldía como conductor, fue campeón de América y del mundo con el León. Uno de los “Héroes de Old Trafford”. Fue el 16 de octubre de 1968 cuando Estudiantes llegó a lo más alto del fútbol mundial al igualar 1-1 con el poderoso Manchester United y alcanzó la Copa Intercontinental.
Un par de años atrás, recordaba su época como artillero. “Hice muchos goles porque le pegaba bien a la pelota. Cuando uno tiene un buen equipo y buenos jugadores, ellos dejan todo adentro de la cancha”. Y se refirió con simpatía al estilo histórico: “Al principio no entendíamos nada de lo que proponía Osvaldo Zubeldía. En la pretemporada corríamos por todos lados, nos preparamos mejor que los demás equipos. En ese momento hubo un quiebre”.
El mensaje de Estudiantes
También, rememoró con emoción el hito. “Cuando salimos para Manchester, nadie sabía qué iba a pasar allá. Yo tenía un concepto de los ingleses, pero hoy cambio mi pensamiento. Nos trataron bien y fueron gentiles. La gente que caminaba por la calle nos reconocía y nos saludaba por ser de Estudiantes”, reconoció en esa íntima charla.
Esa noche, Estudiantes formó con: Poletti, Malbernat, Aguirre Suárez, Medina (expulsado), Bilardo, Pachamé, Madero, Ribaudo (Echecopar), Conigliaro, Togneri y Verón. Flores se había lesionado. “El partido de ida contra Manchester United lo vi desde la cama, porque estaba con la rodilla recién operada. Son los riesgos que uno corre defendiendo la camiseta. Tenemos que saber que hay jugadores que están listos para reemplazarnos”, había contado. El primer encuentro, jugado el 25 de septiembre en la Bombonera, fue ganado por el Pincha por 1 a 0.
El minuto de silencio del plantel
Flores se formó en las juveniles de Estudiantes, debutó en 1962 y cuando llegó Zubeldía lo transformó en un pilar fundamental del equipo que rompió la hegemonía de los grandes al consagrase campeón Metropolitano en 1967 y luego obtener tres Libertadores, una Interamericana y la Copa del Mundo.
“Yo tengo dos casas”
Los que lo vieron jugar dicen que fue el mejor 10 de la historia de Estudiantes, según cita la agencia Télam. Jugó 164 partidos en el Pincha y anotó 65 goles. Resultó la gran figura en la única copa que Estudiantes ganó como local en 1969 ante Nacional de Montevideo. Solo estuvo fuera del club dos años cuando jugó en Nancy, de Francia.
Después regresó para no irse nunca más. Fue entrenador, formador en juveniles y descubridor de talentos, entre ellos el Tecla, Ernesto Farías. Siempre se dijo que tenía un gran ojo para ver jugadores y llevarlo a La Plata. Alguna vez contó: “Para mí, Estudiantes es la vida. Me crié ahí. Desde los 12 años que estoy en el club. Es verdaderamente mi segunda casa, salgo de mi casa y me voy al country o al estadio, siempre mi vida transcurrió así”.