Morata entra y la Juventus resurge ante la Roma
El español, que empezó en el banquillo, despertó a la Vecchia Signora, pasando del 3-1 al 3-4 ante la Roma en el Olímpico.
Los giallorossi, que salieron de inicio con el recién fichado Maitland-Niles, habían empezado mejor y se adelantaron tras apenas 11 minutos, gracias a un gran testarazo de Abraham tras un córner. A la Vecchia Signora, en cambio, le costaba crear peligro, aunque un Dybala en gran forma se sacó de la chistera un remate de los suyos para conseguir el empate. El argentino respondió con una preciosa e imparable rosca desde la frontal a las declaraciones del directivo Arrivabene, según el que el delantero "tiene que demostrar que se merece la renovación".
Su gol fue la única buena noticia en la primera parte para los bianconeri, que perdieron por lesión a Chiesa (su situación preocupa) y no podrán contar en la Supercopa de Italia con Cuadrado, que fue amonestado y será sancionado con el Inter.
La Roma comenzó también la reanudación con gran ritmo, y tras el descanso pareció haber sentenciado la contienda en menos de diez minutos. Mkhitaryan, con un disparo que golpeó primero a De Sciglio, y Pellegrini, con un maravilloso lanzamiento de falta, volvieron a adelantar a los romanos. El 3-1 en el marcador, no obstante, apagó inexplicablemente el equipo de Mourinho.
La Juve, al revés, se despertó a partir del 64', cuando Morata sustituyó a Kean, autor de otra actuación muy gris. El español, poco después, tras una gran jugada personal en la banda derecha, puso un centro perfecto que Locatelli cabeceó a la red, cambiando el rumbo del choque. El objetivo del Barcelona también participó en el tanto del 3-3, que firmó Kulusevski tras un remate suyo en el área rechazado por la zaga romanista, mientras que el 3-4 definitivo lo realizó De Sciglio. El lateral aprovechó un mal pase de Smalling y batió a Rui Patrício con un potente disparo.
En los últimos diez minutos los giallorossi tuvieron una enorme oportunidad para cambiar la historia del partido una vez más gracias a una mano de De Ligt, que le costó al defensa su segunda amarilla y a la Juve un penalti en contra. Szczesny, que en el partido de ida había hipnotizado a Veretout, esta vez neutralizó el lanzamiento de Pellegrini, y el desordenado arreón final de los locales no tuvo frutos a pesar de la superioridad numérica. Es una victoria fundamental para los de Allegri, tanto para la clasificación como a nivel anímico. Ante el Inter, en la Supercopa, veremos si ya están de vuelta o no. Sin el lesionado Chiesa y los sancionados Cuadrado y De Ligt, no lo tendrán fácil.