Militao se come a Alaba

El brasileño tomó con su vuelo ante Elche el testigo como gran arma aérea y delantero inesperado del Madrid. "Es el mejor de cabeza", sentencia Ancelotti.

Carlos Forjanes
As
David Alaba ha entrado como un guante en el Real Madrid pero quizá buena parte del camino se lo ha allanado Éder Militao. El brasileño se está erigiendo en el muro de carga de la defensa blanca y también en el que resuelve, cuando los delanteros o centrocampistas se atoran, en el área rival. Pasó en Alcoy en Copa contra el Alcoyano y volvió a ocurrir este pasado domingo contra otro equipo de la misma provincia, en este caso el Elche en el Bernabéu. Otro vuelo, otro gol de cabeza. Air Force Militao.


Se percibe y Ancelotti sabe que maneja un recurso al que dar forma y explotar. "No tenemos delanteros de área, de hecho el 2-2 lo hizo Militao, que es nuestro mejor jugador de cabeza", lanzó al terminar el partido, ante los medios. De hecho, a la pregunta de si Militao puede retomar la amenaza que suponía Ramos para los contrarios, Carletto fue conservador pero dejó la pelota en el tejado de su pupilo: "Éder tiene que mejorar su acierto, pero está mejorando, puede aprender y tener más acierto, como tenía Sergio".

Es entendible porque el gol de Militao es producto de una acción fuera de lo normal. El brasileño se elevó para superar ampliamente a Mojica (1,85 metros) casi en vertical sacando más de medio metro a Jovic, justo a su lado, que salta para estirar sus 182 centímetros de altura. No se quedó lejos de uno de los saltos más famosos de la historia reciente madridista, cuando Cristiano se colgó del cielo para enganchar un cabezazo soberbio contra el Manchester United en Champions. El portugués voló casi hasta los tres metros (según un estudio, impactó con la pelota a 2,93 metros del suelo) y Rio Ferdinand, capitán de los diablos rojos y testigo de excepción aunque el que sale en el póster es Evra, mostró irónicamente su frustración: "Habría corrido a estrangularle".

La química entre Militao y Alaba hace que funcionen casi como una unidad simbiótica, pero la estadística avanzada muestra que gran parte del peso defensivo lo sostiene el brasileño. El austriaco ofrece seguridad en el pase y a la hora de abrir juego (es el tercero de toda LaLiga con más pases completados, con 1.170), pero la contundencia viene de su compañero. En duelos ganados, tackles, recuperaciones...  Por ejemplo, copa las funciones de asegurar el espacio aéreo: Militao casi dobla (65% a 35%) el porcentaje de duelos por alto ganados de su compañero. También emplea esos muelles que tiene en las piernas para buscar la portería rival. Es el que más cabecea del Madrid, con 15 remates este curso por esa vía, mejor que el nueve del equipo (Benzema, con diez) y casi dobla al otro gran especialista, Casemiro (ocho)...

Militao celebra el tanto ante el Elche.

Poder que no se está traduciendo en goles de la mano, o mejor dicho de la diestra, del mejor del equipo en las acciones de estrategia. Si Kroos le dio trece asistencias a balón parado a Ramos durante su estancia juntos, una de las conexiones más prolíficas del Madrid contemporáneo, el alemán y Militao aún no están en la misma página. Ninguno de los cuatro tantos del 3 madridista ha venido de su compañero teutón.

Aún con eso, quizá precisamente para ver si rompen juntos en esa faceta, Ancelotti no prescinde de Militao salvo que se vea obligado, como le pasó en octavos de Copa en el Martínez Valero por la roja del central sudamericano en la final de la Supercopa en Riad. Mili, como le trata la plantilla blanca, apenas ha estado sobre el campo seis minutos menos que Courtois (el que más del equipo) y su entrenador le empleado el 89,6 por ciento de los minutos posibles. Es, y él mismo se lo está creyendo, imprescindible para este Real Madrid.

Los números de Militao y Alaba este curso.

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