Mbappé es libre
El crack francés ya puede negociar con el Real Madrid su fichaje sin incumplir ninguna normativa. Quiere abandonar el club de su ciudad de forma elegante y profesional.
El culebrón ha llegado justo al punto que dibujó el Madrid hace ya algunos años. Fue así porque Leonardo, director deportivo del PSG, deslizaba en círculos de gente del fútbol que no aceptaría ninguna oferta por Mbappé. El director deportivo se mantuvo siempre firme en su postura: prefería dejarle marchar libre antes que traspasado, por muy elevada que fuera la oferta. Los dirigentes blancos intuyeron desde el primer momento que aquello no era un farol. Unas sospechas que terminaron por confirmarse el pasado verano, cuando el PSG rechazó una oferta del Madrid de 200 millones de euros (por encima incluso de su valor de mercado) por un jugador que terminaba contrato en unos meses.
Desde que ese 31 de agosto, el Madrid aceleró la siguiente parte del plan: tranquilizar a Mbappé para que siguiera sin renovar y firmar con los blancos cuando la normativa lo permitiera. Nunca se planteó la opción de volver a intentarlo en enero, por lo que en el Bernabéu han recibido con naturalidad las recientes declaraciones de Kylian en la CNN (“No, en enero no iré al Madrid”, dijo). Es la hoja de ruta...
PSG
La situación, desde hoy, da un giro radical. Hasta este momento, siempre tenía el PSG la sartén por el mango, porque la última palabra era suya. Ahora no tienen nada que decir, más allá de un intento a la desesperada de que Mbappé acepte una oferta de renovación. Una opción que es muy improbable porque al jugador le dolió lo ocurrido el pasado verano y entiende que renovar supone dejar de ser dueño de su futuro nuevamente. En toda esta historia, plagada de múltiples giros e intrigas, apareció recientemente un nuevo episodio: el azar les juntó en los octavos de final de Champions. Un sorteo que también fue rocambolesco, porque tuvo que repetirse por un error de la UEFA después de que en el primero los madridistas hubieran quedado emparejados con el Benfica y los franceses con el Manchester United. Esos partidos en nada afectan a la operación, aunque sí a los plazos, porque Mbappé prefiere aparcarla hasta después de la eliminatoria. Cualquier movimiento que se realice antes de esos encuentros (la ida es el 15 de febrero y la vuelta el 9 de marzo) será con extrema confidencialidad, porque si algo tiene claro el futbolista es que quiere abandonar su actual club de manera elegante. Es parisino, allí viven su familia y amigos y por eso mismo desea ser un profesional intachable hasta el último momento. Nada le haría más feliz que marcharse con una Champions bajo el brazo, aunque eso suponga dejar por el camino al que probablemente será su siguiente club, el Madrid.
Estadio
El fichaje de Mbappé es estratégico para el Madrid por varios motivos. En primer lugar, como es obvio, el deportivo, porque se garantiza tener a un futbolista que está llamado a pelear por el Balón de Oro cada año durante la próxima década. Por otra parte, también muy importante, manda un mensaje a los Clubes-Estado: no todo es dinero en el fútbol. El prestigio de jugar en el Madrid, el club con más Copas de Europa de la historia, sigue pesando mucho en las decisiones de los futbolistas. Tener a Mbappé como imagen del proyecto es fundamental para enseñar al mundo el nuevo Santiago Bernabéu, que el Real Madrid espera que esté listo para finales de 2022, con Mbappé ya de blanco...