Lionel Messi, la sombra de sí mismo

Si puntualmente encontró su número favorito, ante la ausencia de Neymar, el mediapunta argentino decepcionó este lunes por la noche en un partido en el que no fue decisivo.

Stéphane Bianchi, Le Parisen 

Ocho meses y medio desde que había lucido su número favorito en el club. Ya no andaba con esa figura mítica que le da a todos los futbolistas del planeta un extra de alma y en ocasiones hasta de talento. El 10, por supuesto, todavía le sienta muy bien. Pero este lunes 31 de enero, el 'número sagrado' todavía no ha ayudado a Leo Messi a volver a ser un número sagrado. Y ponerse al día con este tiempo que se alarga un poco más sin que el argentino logre recuperar su esplendor catalán sobre los céspedes de Francia.


Para su primera gestión del año 2022, su reencuentro con el 10 y la batuta de director, todo confluyó para jugarse la "vuelta al futuro": volver, volver a ser decisivo e iluminar el camino que conduce al doble enfrentamiento ante el Real Madrid. en quince días en los octavos de final de la Champions League. Siendo la fantasía una de sus mejores compañeras desde hace años, incluso nos encontramos invitando a la superstición al ruedo y recordando que, la última vez que el argentino se había paseado con el 10 a la espalda en Copa, el 17 de abril de 2021, había marcado dos veces y ganó su última Copa del Rey con el Barça ante el Bilbao (0-4).

La historia no siempre tartamudea, aún no para el Pulga que tarda en recuperar el nivel que lo ha convertido en una leyenda sin igual en el planeta futbolístico. Después de un mes fuera de las canchas debido a un difícil Covid, el exbarcelonés seguramente encontró un poco de tiempo de juego la semana pasada cuando ingresó contra el Reims. Pero aún no tiene ese ritmo que lo hace tan fuerte en espacios pequeños o en el juego de transición.

Un derroche insólito en el primer periodo

Él, cuyo nivel técnico es fuera de parrilla, habitualmente inclasificable, también sufrió una insólita derrota en el primer tiempo. No ayudado por el ritmo de senadores de sus socios que solo Marco Verratti intentó acelerar, tardó un poco en verlo puesto en acción. Su pase trasero a Herrera está sin duda en el origen del primer gol parisino firmado por Verratti. En el minuto 22. El que, por el momento, no ha marcado un solo gol en el panorama nacional, sin embargo, tuvo la oportunidad de doblar su registro poco antes del descanso. Pero en el saque de Verratti, está demasiado cerca del balón para su secuencia de control desde la derecha, tiro desde la izquierda para no engañar a Bulka (45º).

Más en las piernas al volver del vestuario, el argentino no estuvo más acertado. Y eso a pesar de la entrada de un Kylian Mbappé (64º) que le ofreció 4 de sus 6 goles marcados en todas las competiciones desde el inicio de la temporada. Primer tirador parisino en la serie de tiros a puerta, el barcelonés puede consolarse diciendo que al menos habrá acertado en su intento de contrapié perfecto. Todo lo contrario a su compatriota Leandro Paredes.


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