La impaciencia de los Pozzo
Con la destitución de Claudio Ranieri, y sin contar entrenadores interinos, el Watford ya ha tenido quince entrenadores en menos de diez años.
Conocida es la paciencia de la que goza la propiedad italiana del Watford. Ninguna. Slavisa Jokanovic devolvió al club a la Premier League al final de la 2014/15, pero no le valió para mantener el cargo. Llegó Quique Sánchez Flores. Ni la permanencia ni alcanzar las semifinales de la FA Cup le valieron para estar más de un año en el cargo. Walter Mazzarri y Marco Silva gozaron de una campaña cada uno en el banquillo de Vicarage Road. Y punto. Tampoco le valió a Javi Gracia llevar al Watford a la segunda final de FA Cup de su historia para mantenerse en el cargo. Regresó Quique Sánchez Flores, pero fue destituido solo tres meses después de iniciar su segunda etapa. La familia Pozzo es de gatillo fácil. Desde la temporada 2019/20 han contratado y despedido a siete entrenadores, entre los que se incluye Xisco Muñoz, destituido al principio del presente curso después de lograr el ascenso en la 2020/21.
"La directiva siente que las actuaciones recientes indican una tendencia negativa cuando la cohesión del equipo debería mejorar", explicó la propiedad del club cuando se deshicieron del entrenador balear. "Un cambio en el banquillo ofrecerá tiempo al nuevo entrenador para trabajar con una plantilla talentosa y lograr el objetivo inmediato de mantener la categoría", así explicaron con un comunicado la destitución de Claudio Ranieri.
Se impacienta la parroquia de Vicarage Road. Oyen hablar de estabilidad, pero no la encuentran por ningún lado. Desde que la familia Pozzo comprase el Watford en 2012, han tenido más entrenadores que el West Ham en toda su historia. Desde la última vez que el equipo mantuvo la meta a cero en un partido, seis entrenadores lo han dirigido.
ROY HODGSON Y GINO POZZO, SEGUNDA PARTE
Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas. La primera, en este caso, tampoco lo fue. Roy Hodgson ya trabajó para los Pozzo, dirigiendo el Udinese en la Serie A. En 2001, el entrenador acababa de conquistar la liga danesa con el Copenhague y aterrizó en Italia con la misión de dirigir un vestuario con 41 jugadores de 18 nacionalidades distintas. Hodgson, que habla diferentes idiomas -entre ellos el italiano- tomó la responsabilidad. Fue destituido después de 17 partidos.
"Yo era el hombre que buscaban... hasta que empezaron a trabajar conmigo", explicó el propio entrenador a The Athletic en una entrevista en 2019. "Teníamos formas distintas de trabajar, así es que acordamos que lo mejor para todos sería dejarlo. Habían gastado mucho dinero después de las ventas de Stefano Fiore y Giuliano Giannicheda. Alinee a muchos de los jugadores que ya estaban y
dejé fuera a algunos de los nuevos. Al final, ese fue el problema principal". Restan 18 partidos de liga. Si Roy Hodgson llega a final de campaña y evita el descenso, entonces la segunda parte de la relación con los Pozzo será mejor que la primera.