Independiente vendió a Alan Velasco, su última joya, para aliviar la crisis económica
Fue transferido a Dallas FC en 7 millones de dólares, suma que el Rojo usará para cubrir inhibiciones, mientras se debilita futbolísticamente; ya se había ido Silvio Romero
La venta o no del juvenil delantero, que se había convertido en el gran tema de discusión en todos los foros del club, vivió su capítulo decisivo, y en él triunfó la necesidad de levantar inhibiciones y contar con fondos para incorporar jugadores. Dallas FC, entidad de la MLS estadounidense, se llevará a “la Joya”. Abonará 7 millones de dólares (a Independiente le quedarán limpios en torno a 5,6) más otros 1,7 millones según vaya cumpliendo algunos objetivos y una plusvalía de un 15 por ciento en caso de una posterior venta, un desenlace que abre otra nueva etapa en la compleja actualidad del Rojo. Su trayectoria en el Rojo sumó 69 partidos oficiales y 8 goles. El último recuerdo que dejó en los hinchas fueron los dos golazos a Talleres en el torneo de verano que se disputa en el estadio de Estudiantes.
Con Silvio Romero ya instalado en Fortaleza y Fabricio Bustos prácticamente condenado al destierro de la tribuna al no aceptar la transferencia a River, la gran pregunta ahora es si el ingreso de divisas resulta suficiente para tapar los indisimulables agujeros que presenta la tesorería del club presidido por Hugo Moyano. En la actualidad, cinco demandas diferentes por casi 1,2 millones de dólares inhiben a Independiente de registrar nuevos futbolistas para compensar en parte los agujeros dejados por quienes partieron, y en principio el dinero de la venta de Velasco daría margen para saldarlas, pero...
Independiente le debe 5,5 millones de dólares al América de México por el pase del paraguayo Cecilio Domínguez, y la amenaza de recibir otro pedido de inhibición por esa cifra en los próximos días está latente. Si ocurre, las cuentas volverían a mostrar el color de la camiseta del Rojo. En la sede de la Avenida Mitre confían en gambetear el inconveniente, ya sea apelando a las buenas relaciones que el Rolfi Montenegro dejó en la capital azteca cuando vistió la casaca de las Águilas; llevando el caso al TAS para demorar su ejecución, o quizás abonando algo de lo adeudado. En su día, se había acordado hacerlo en varias cuotas de 1,67 millones. Independiente hizo efectiva la primera, pero la segunda, de julio pasado, nunca llegó a la cuenta corriente de los mexicanos. Un pago con los intereses correspondientes podría destrabar la situación.
Solo si el club sortea todos estos obstáculos, Eduardo Domínguez tendrá algunas piezas nuevas para rearmar el rompecabezas de un equipo que hasta la fecha no incorporó a nadie. Damián Batallini y Elías Gómez, de Argentinos Juniors, podrían ser los primeros en romper la sequía. El delantero, cedido en el Atlético San Luis de México el año pasado, llegaría a préstamo por un año a cambio de 250.000 dólares; y por el lateral izquierdo Independiente invertiría 1,5 millones de dólares por el 70 por ciento del pase. En ambos casos, desde La Paternal se asegura que está todo arreglado “de palabra”, y es posible que el dinero de Velasco termine de encauzar las gestiones.
El representante de Gómez es el omnipresente Christian Bragarnik, quien también maneja los destinos de Leandro Fernández. En 2020, el delantero santafesino dejó Independiente con la libertad de acción bajo el brazo. No tuvo mucho éxito en su paso por Internacional de Porto Alegre y Nacional de Montevideo, está sin club, y Bragarnik, conocedor de la necesidad de jugadores de ataque que tiene Eduardo Domínguez, aprovechó la charla con los directivos del Rojo para ofrecer un regreso que el técnico no vería con malos ojos.
Se fue Silvio Romero, el futuro de Bustos parece sentenciado, todavía no arreglaron sus renovaciones Domingo Blanco, Carlos Benavídez y Andrés Roa, los tres con contrato hasta junio, y las deudas apremian. Es muy fácil entender por qué Independiente decidió no esperar la ansiada “explosión” de Velasco. Hoy, al Rey de Copas le vale más cualquier bocanada de oxígeno que el más prometedor de los futuros.