Entre el orgullo y la decepción
Un Sevilla diezmado tira de rabia ante el Celta para igualar un 0-2, pero ha perdido 4 puntos en dos encuentros y el Real Madrid puede poner este domingo mucha tierra de por medio.
Repetía Coudet el once, con Beltrán, Aidoo y Araujo, que le ha dado el equilibrio necesario para mirar hacia Europa. Debutó en el Sevilla como titular y con destellos de mucha calidad el Tecatito Corona. Era más una necesidad que un lujo, porque apenas 14 futbolistas profesionales formaban parte de la convocatoria del equipo de Sánchez-Pizjuán, repleto de chavales. 11 bajas y también la del propio entrenador, Julen Lopetegui, al que tuvo que sustituir en la banda su segundo Pablo Sanz.
Avisaba precisamente Sanz en la previa de que el Celta penalizaba como casi nadie las pérdidas de balón. Unas palabras que sirvieron de oscuro augurio para su equipo. Dos errores de Acuña y Ocampos en la izquierda en dos minutos, dos goles celestes. En el primero Brais abrió para Mina, Dmitrovic rechazó el disparo del delantero y Cervi, en el segundo palo, inauguró el marcador (0-1, 37'). Sin tiempo para mucho más, Aspas culminaba con genio otra contra, desde el borde del área (0-2, 39').
Se encomendaba el Sevilla a la heroica y agitaba el equipo Lopetegui en conexión telefónica. Un triple cambio (Óliver Torres-Papu Gómez-Iván Romero) en el inicio de la segunda mitad que acabó resultando crucial. Papu recortó distancias desde fuera del área (1-2, 71') y Óliver empató (2-2, 74') con tiempo para todo todavía, en una jugada en la que el Celta pidió fuera de juego, precisamente, de Iván Romero. El propio Óliver cabeceaba a la base de palo mientras Aspas amagaba también con un gol para la victoria celeste, pero no volvería a moverse el marcador.