El Lyon hunde al Saint-Étienne en el derbi del Ródano

Un solitario tanto de Dembelé desde el punto de penalti condena a los de Dupraz, que llevan 12 puntos en 22 jornadas y siguen como colistas de la Ligue 1.

Andrés Onrubia
El Olympique de Lyon-Saint-Étienne no será recordado como el mejor derbi de los últimos años ni de lejos. El partido, espeso en todos los sentidos, lo decidió Moussa Dembelé de penalti en la primera mitad, condenando al Saint-Étienne todavía más a la última posición de la Ligue 1 y poniéndole en una complicada situación que, hoy en día, parece imposible de revertir. Nunca en la historia de la competición un equipo que sumaba 12 puntos en 22 jornadas acabó salvándose, lo que hace todavía más difícil el milagro de Dupraz en el banquillo.

Para lo que suelen ser los derbis de Ródano-Alpes, uno de los partidos más importantes del año, la primera mitad entre ambos equipos decepcionó un poco. Apenas hubo ocasiones, el juego se interrumpió constantemente y el Lyon se llevó al gato al agua en una de las pocas ocasiones que generó. En definitiva, si alguien quiere ver el partido repetido, se podría ahorrar la primera mitad perfectamente.

Los de Bosz, asentados ya en un sistema de tres centrales, encontraron su premio en un penalti inocente del exsevillista Timothée Kolodziejczak, que cometió una imprudencia con Dembelé cuando el delantero ya le había regateado y regaló al delantero el 1-0. El exjugador del Atlético de Madrid no perdonó desde los once metros, hundiendo todavía más al Saint-Étienne en el farolillo rojo de la clasificación.

El colista de la Ligue 1 salió defender con uñas y dientes el 0-0 y buscar la rapidez de Nordin al contragolpe. Un plan sencillo, pero ineficaz, ya que cada vez que el Lyon no terminaba jugada, el conjunto del Ródano recuperaba en apenas segundos la posesión del balón. No obstante, Camará, mediocentro de Les Verts, tuvo el empate antes del descanso, pero un inconmensurable Lopes lo evitó con una gran parada.

El guion de la segunda mitad podría ser una repetición del de la primera, aunque con la diferencia de que el Lyon no aprovechó la primera que tuvo. Aouar erró un mano a mano ante Bernardoni tras un fantástico pase de Paquetá que le habría puesto la puntilla a su archienemigo. Dupraz, obligado a reaccionar, dio entrada al veterano Bakary Sako y a Krasso para intentar tener más presencia en ataque. No lo consiguió, ya que el Saint-Étienne sigue adoleciendo y mucho la baja de Khazri por la Copa de África y puede acabar lamentándose en forma de descenso a final de temporada.

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