Dos periodistas australianos creyeron que estaban fuera del aire y lanzaron despiadadas críticas contra Djokovic
El tenista serbio, que ganó la batalla judicial y podrá jugar el primer Grand Slam del año, fue agraviado por los presentadores de un noticiero de televisión y el video se hizo viral
Es que se viralizó un video en las últimas horas que involucra a los periodistas Rebecca Medern y Mike Amor, conductores de uno de los noticieros más importantes del Canal 7 de Australia. Fuera de aire, sin saber que los micrófonos seguían grabando, dialogaron unos minutos sobre la situación del tenista a quien calificaron de estúpido y sinvergüenza.
“Por donde lo mires, Novak Djokovic es un mentiroso, sinvergüenza y estúpido. De la manera que lo veas, es lamentable que otros lo apoyen”, sostuvo Medern quien incluso sostuvo que no creía en el examen PCR que el serbio había presentado como prueba de que tuvo coronavirus hace poco tiempo: “No creo que él fuera positivo“.
Amor apoyó a su compañera: “Es cierto, encontró esa excusa y luego se enredó en sus propias mentiras. Es eso lo que pasó”. Aunque, sostuvo que para la mayoría de las personas valorarán la postura del gobierno de Australia y se posicionarán en contra de Nole: “La gente imparcial lo verá como fue y que él es un idiota”.
Ambos coincidieron en que aislar a Djokovic en un hotel para refugiados no fue una buena idea, ya que eso exacerbó los ánimos, pero se lamentaron al reconocer que finalmente el número uno del ranking ATP logrará su cometido y disputará el Abierto de Australia que arranca el 17 de enero. A su vez, Medern insistió en que esto ocurrirá porque el serbio es un deportista consagrado: “No puedes justificarlo pero la vida no siempre es justa. Algunas personas viajan en primera clase y otras no saben lo que es”.
El nueve veces ganador del torneo australiano fue visto calentando en un gimnasio con su entrenador Goran Ivanisevic este martes antes de dirigirse a la zona de los jugadores y a la cancha central, a seis días del inicio del torneo en Melbourne. A pesar de haber estado varios días encerrado en un centro de detención de migrantes, el serbio aseguró el lunes que su intención era disputar el Open, en el que aspira a ganar su 21º Grand Slam y superar así a Roger Federer y Rafa Nadal.
“Vine aquí para jugar en uno de los torneos más importantes que tenemos frente a aficionados maravillosos”, manifestó en Instagram. Aunque, todo está en manos del ministro de Inmigración australiano, que sopesa cancelar nuevamente su visado, según admitió un portavoz del ministerio.
Un nuevo elemento puede fragilizar la posición del serbio, que cotrariamente a lo que declaró en un documento de viaje, estuvo en España a finales de diciembre, como lo demuestra diferentes publicaciones y mensajes en las redes sociales.